Artículo. El Soccer cada día más fuerte

Nuestro colaborador Carlos Pérez, con experiencia en el mundo del deporte durante más de 15 años y que lidera la expansión de La Liga Española de fútbol en los Estados Unidos desde diciembre de 2016 nos envía un artículo con una visión muy profunda del crecimiento que se está produciendo del fútbol (allí llamado Soccer) en EEUU desde hace unos años.
Anteriormente Pérez era director general del equipo de La Liga Málaga CF. También ocupó cargos de liderazgo en el equipo americano del New York Cosmos. Pérez cursó su MBA en la Universidad de Málaga. Además, posee dos masters en Negocios Deportivos, una de la Universidad de Málaga y otra de la Universidad Estatal de Michigan.

 

EL SOCCER CADA DIA MAS FUERTE

Poco a poco se están alineando los astros para que el fútbol o el soccer, se vaya consolidando en Estados Unidos. 2015/2016 fue un año clave en la expansión del deporte rey y de la MLS. La llegada de equipos como los New York City y los Orlando City, un nuevo contrato de televisión, nuevos sponsors y recientes
fichajes de futbolistas internacionales como Villa, Pirlo, Gerrard, Giovinco o Kaká han posibilitado esta situación inmejorable. Además, no hay que escatimar importancia en el enorme trabajo que está realizando la MLS en el ámbito digital y ya hay un hueco creíble en comparación con las ‘Big Four’: NBA, MLB, NFL y NHL. El soccer en los Estados Unidos está creciendo de una manera mucho más acelerada que las cuatro grandes ligas tradicionales en ámbitos como Facebook o Twitter.

FENÓMENO EN FASE GLOBAL
Efectivamente, el soccer ha dado un salto cuantitativo con mejores datos sociales, mayor asistencia en los estadios, más patrocinios -Coca- Cola, Audi, Heineken EA Sports o Johnson & Johnson- y más audiencia televisiva. En 2014 se retransmitieron en directo 98 partidos mientras que el año pasado, 340. Los recientes acuerdos con ESPN, Fox Sports Eurosport, Sky Sports, Globo y Univision están dando no sólo una repercusión norteamericana sino global -ya se puede ver en 140 países de todo el mundo.
Cuando se disputó el Mundial del 1994 -año en el que también se crea la MLS– muchos dijeron que esa Copa del Mundo sería un fracaso. No obstante, en el ’94 se sembraron las semillas que ahora han crecido y madurado para hacer una MLS con un futuro optimista.
También es cierto que el reciente triunfo de la selección de Estados Unidos en el Mundial de Canadá también está posicionando el soccer como un activo de orgullo nacional. La final de Estados Unidos contra Japón la vieron 25,4 millones de telespectadores mientras que las Finales de la NBA entre Warriors y Cavaliers, 23,25.
Con estos precedentes, la liga femenina (NSWSL) empieza a madurar también con mayor cobertura televisiva, aunque con cifras más modestas.

El fútbol en Estados Unidos ha sabido encontrar su momento, su tormenta perfecta entremezclando espectáculo, estrellas, patrocinio, impactantes contenidos audiovisuales, servicios estadísticos de calidad, marketing de captación agresivo e imaginativo, dando protagonismo a los aficionados y a lo que pasa más allá del terreno de juego.

CONTENIDOS DIGITALES Y REDES SOCIALES
A nivel digital, el entorno MLS es espectacular: web, redes sociales y contenidos audiovisuales -sólo hay que fijarse en su canal de Youtube– dignos de estudio. Los estadounidenses saben como nadie explicar relatos y en muchos clubes europeos se investiga lo que hacen al otro lado del Atlántico. En particular, los medios estadounidenses y la propia liga están trabajando con mucha calidad todo lo que sucede en los campos de Estados Unidos y Canadá.
En cuanto al ámbito de redes sociales -en el que la MLS ya ha formalizado acuerdos con empresas como Twitter-, realizan una escucha activa y proponen contenidos en los que los fans tienen protagonismo.

SINCRONIZACIÓN CON LAS OTRAS GRANDES LIGAS
La aportación tecnológica al juego no es algo novedoso en Estados Unidos. El deporte en este país hace tiempo que usa los contenidos digitales y los añade al show que representa la competición. Lo que hace la MLS es aportar la mentalidad de la NBA con vídeos, estadísticas y marketing al soccer y al deporte en general.
Como cuenta Christopher Schlosser, responsable digital de la MLS, a finales de 2015/2016 la asociación estrenó su nueva página web dando más importancia al seguimiento en directo, las estadísticas y los highlights. El resultado es muy bueno, “potenciando la atención del fan en los aspectos más destacados de los partidos y de la épica que envuelve a los equipos”. En este sentido, la MLS controla un entorno digital con más de 120 dominios, controlando la Red en todas sus posibilidades.
Lo que hace MLS és involucrar a todo el mundo, ya sea a través de sus anunciantes o ya sea a través de los clubes. Usan los sponsors para llegar al público.
La MLS también se asocia con equipos y estrellas de otros deportes, ya sea la NBA o la NFL. Y se realizan acciones de marketing conjuntas, por ejemplo los Lakers con los Galaxy o los Yankees con los New York City.

En definitiva, la MLS ha crecido en un contexto en el que los Estados Unidos también se ha vuelto más multicultural con una población latina creciente en un país que ha adoptado las nuevas tecnologías y en particular las redes sociales como normas de consumo. El deporte sigue haciendo su función social y cultural y se han conjugado todos los factores necesarios para asegurar una competición -en el futuro con 28 equipos- de la que seguiremos hablando y mucho en los próximos años.

Artículo. Modelos de juego y la variedad Parte II.

Nuestro colaborador Juan Rojo (@jrojodeporte), Licenciado en Ciencias del Deporte y Entrenador de Fútbol, nos envía la segunda parte de un artículo publicado hace unas semanas llamado «Modelos de Juego y la Variedad», en la que sigue profundizando en el modelo de juego y los elementos a tener en cuenta entre la teoría y la práctica.

MODELOS DE JUEGO Y LA VARIEDAD. PARTE II

En el anterior artículo referido a este asunto, surgía la idea de variar el modelo de juego como si fuese dicha variedad el patrón a seguir o bien, dentro del modelo de juego existiera la posibilidad de existir variedad en los planes a ejecutar.

Bien, la teoría y la realidad del juego nos llevan a pensar que debemos decantarnos por un modelo de juego debido a que en el fútbol, por su naturaleza (ser un deporte complejo y abierta en cuanto al juego), resulta muy difícil establecer pautas cambiantes cada evento (partido). La creación de un lenguaje común (dentro de la lógica interna, el uso de códigos de juego verbalizados o no, es decir, la comunicación) y el desarrollo de una tendencia en conductas de interacción hacen posible la ejecución de un plan estratégico propuesto por el entrenador y su equipo técnico.

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La teoría nos dice que el juego está sometido a elementos que condicionan la toma de decisión del jugador, muchas de ellas CONTEXTUALES (marcador, clima, localización del partido, estado de fatiga,…) y otras evidentemente marcados por la oposición. Un autor de reconocido prestigio como Julio Garganta, fomenta el uso de un modelo de enseñanza–aprendizaje sistémico basado en la lectura de juego a partir de una variedad de acciones realizadas por los oponentes pero bajo la auto-organización del equipo. Esto quiere decir, ¡¡claro que debe de existir variedad en los entrenamientos!!!. Tienes que conocer tu propio sistema pero conocer cómo se regulan los otros para tratar de hacerles daño , entonces por qué si no estudiamos a un rival. No obstante, lo que se descarta realizar en la mayoría de situaciones es prescindir del patrón de juego marcado previamente, al menos, en el menor número de veces posible.

Muchos equipos están incorporando acciones colectivas para contrarrestar con su modelo propio de juego, situaciones que implican una situación NOVEDOSA. Para el rival y estos a partir de ahí deben reaccionar y encontrar soluciones. Pero evidentemente es en este momento en el que el juego descubre cuánto hemos enseñado / entrenado al jugador, que recursos tiene, que acerbo motor lo adorna, al INDIVIDUO, la interacción entre los compañeros, los acuerdos y el entrenamiento del equipo como ente capaz de leer el juego en última instancia.

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Es importante, por ende, conocer cuánto saben los jugadores del modelo de juego, cuánto conocen los jugadores de manera individual, qué soluciones podemos implementar en cada situación y, por supuesto, su capacidad de lectura de juego. De no conocer esto, solo intuimos de manera descriptiva sus acciones en el terreno de juego en el que flotan con sus debilidades y fortalezas. Al menos, debido a los avances tecnológicos obtenemos día a día información de conductas en los partidos y entrenos que nos marcan la tendencia de cómo estos se comportan .

En el fútbol por tanto, después de un periodo de indefinición en tiempos anteriores, los equipos marcan un estilo definido pero entramos en una época donde vamos al siguiente paso: ser imprevisibles, evitar la localización de debilidades y promover las acciones que lleven a aprovecharnos como equipo de las debilidades del oponente por medio de la creación de incertidumbre.

Los entrenos tendrán la presencia de tareas en las que aparezcan acuerdos particulares entre jugadores ante una situación de juego real, favorecer la sorpresa en el desarrollo de juegos y practicar de forma deliberadas situaciones ante situaciones contextuales adversas y diversas.

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¿Atacar bien para defender mejor o defender bien para atacar mejor?

¿ATACAR BIEN PARA DEFENDER MEJOR O DEFENDER BIEN PARA ATACAR MEJOR?

Probablemente nos hayamos planteado esto alguna vez como entrenadores…

¿Construyo a mi equipo desde el ataque o lo construyo desde la defensa?

Imagino que habrá quien tenga alguna preferencia, por diversas razones, y quién dirá pues que depende… La respuesta que nunca falla.

Habrá quien entienda que desde la defensa se consigue más rápidamente hacer competitivo a un equipo, dotándolo de confianza en lo que hace, utilizándolo para adquirir valores como la solidaridad o compromiso colectivo en el juego… y a partir de ahí poder crecer. O habrá entrenadores que prefieran construir a sus equipos desde el ataque porque lo consideren mas motivante, porque entiendan que es mas complejo y necesita mas tiempo…

Y luego está el depende, pues según las características de mis jugadores (si son muy buenos atacado o muy buenos defensores en su conjunto), según tenga más o menos tiempo (algo que en fútbol ya sabemos que no hay, pero que siempre hay algún sitio en el que se puede mirar al menos a un mes vista con cierta tranquilidad, bien porque trabaje con niños en algún club con estos ideales o porque anteponga mis propios ideales al riesgo de ser cesado en poco tiempo), si he cogido al equipo de inicio o con la competición ya empezada, dependiendo del análisis de rendimiento que haga del equipo…

Creo que todos estos son condicionantes que podemos tener en cuenta. Pero, ¿nos hemos parado a pensar como influye lo uno en lo otro?,

  • Si consideramos que tenemos gran capacidad para tener la posesión del balón y atacar de manera posicional, ¿tenemos en cuenta que seamos eficaces para pasar a defender ese tipo de situaciones?
  • O, defendemos muy replegados, con muchos jugadores para tratar de impedir que el rival nos genera muchas ocasiones y tratar de marcar algún gol en alguna ocasión que se nos presente, pero ¿tenemos jugadores arriba que nos den salida al contraataque desde tan atrás y que sean capaces de generar ocasiones por si mismos…?

Podemos plantearlo como queramos, pero lo que si debemos tener claro es que debe haber sintonía entre lo uno y lo otro, entre como sea eficaz defendiendo pero a su vez mantenga un equilibrio que permita aprovechar los puntos fuertes de nuestro ataque y viceversa.

¿Qué pasa cuando tengo jugadores rapidísimos arriba, pero un poco mas limitados técnicamente y resulta que no conseguimos crear situaciones de ataque con espacios para que puedan explotarlo?

Nos ponemos a mejorar el ataque posicional para ser mas competitivos o tratamos de empezar por mejorar la defensa para poder recuperar más balones en las condiciones necesarias para generar situaciones de contraataque.

A mi equipo da gusto verlo jugar…!!!, tenemos un 75-80% de posesión todos los partidos, pero perdemos 3-0 por mala suerte. Pero ¿cuantas ocasiones de gol ha tenido cada equipo?, ahh… bueno…, ellos 7 y nosotros 3; o, pues hemos tenido nosotros 5 y ellos 4, pero ¿Cómo han sido las ocasiones?, pues… a ver que recuerde… ellos ha sido mano a mano con el portero con mucho espacio y nosotros tiros lejanos o remates con dos rivales mordiendo en la oreja.

A este tipo de asuntos hacemos referencia en Fútbol: Dinámica del juego desde la perspectiva de las transiciones.

Alberto González
@algonfer17

Cómo influye la alimentación saludable en el desarrollo de ejercicio físico o rendimiento deportivo

Si tu relación con el deporte va más allá del mínimo estipulado para estar activo y saludable, si lo tuyo tiene que ver con un rendimiento deportivo basado en objetivos reales, has de saber que una buena alimentación es imprescindible para conseguirlo.

Aportar la energía necesaria a nuestro organismo es la base para que el ejercicio físico que realizamos tenga los efectos que deseamos, pues al contrario no rendiríamos correctamente y no conseguiríamos nuestros objetivos. Los alimentos nos dan la energía que necesitamos para rendir durante el ejercicio, además de que es imprescindible beber adecuadamente para evitar la deshidratación y el cansancio, pues al transpirar perdemos líquidos. Por ello, a continuación vamos a analizar cómo influye realmente una alimentación saludable en el buen desarrollo del ejercicio físico o el rendimiento deportivo.

Foto de https://www.zaask.es

Foto de https://www.zaask.es

Los alimentos que se han de consumir antes del entrenamiento han de ser ricos en hidratos de carbono a la vez que bajos en grasas y proteínas. ¿Y por qué? Pues porque así evitarás retardar el vaciamiento gástrico (lo cual es ideal para disponer de la energía necesaria y que no aparezca signos de hambre durante la práctica), desviar el flujo sanguíneo de los músculos, además de que previenes el malestar estomacal. Por otra parte, no comer los alimentos correctos antes del entrenamiento conllevará dificultades para acabar la rutina, además de realizarla con los resultados previstos.

Por tanto, es imprescindible realizar una pequeña comida previa (unas dos o cuatro horas antes) para así aumentar los niveles de glucógeno del hígado y de los músculos (que es lo que realmente nos aporta la energía necesaria), pero asegúrate de que primen los carbohidratos sobre las proteínas para que la recuperación sea satisfactoria. Tampoco deben contener mucha fibra o grasa con el fin de evitar el malestar durante el entrenamiento.

Thirsty soccer player drinking water on the sidelines of playing field.

Foto de www.gettyimages.com

En cuanto a los líquidos, hay que consumir unos 200-400 ml de agua (o cualquier bebida isotónica que no tenga una concentración de hidratos de carbono mayor al 7-8 %) antes de realizar la práctica, además de seguir bebiendo entre 100-150 ml cada 15 minutos durante la primera hora de actividad física. Una vez que hemos terminado hay que reponer las reservas de carbohidratos consumidas, por lo que deberás tomar alimentos ricos en estos nutrientes durante las primeras seis horas tras la práctica (un plátano maduro es perfecto para conseguir reponer esas reservas).

Por ello, como puedes comprobar, el glucógeno que aportan los carbohidratos es el pilar esencial para tener un buen rendimiento deportivo, pero eso no quiere decir que no necesitemos otros nutrientes como: proteínas vegetales (verduras, cereales y frutos secos), grasas (de las llamadas buenas, aunque no pueden sobrepasar el 30 % de la energía diaria), vitaminas B, C y D, minerales como el hierro, una buena hidratación, etc. Y es que una alimentación deficiente puede causar el fracaso de un deportista, pues la carencia de minerales y vitaminas provoca un rendimiento insuficiente, la deshidratación no permite que el rendimiento sea óptimo y las intoxicaciones, alergias o infecciones respiratorias provocan fracasos a niveles de competición.

Sin embargo, en cuanto a deportes de resistencia, es imprescindible esa recuperación de las reservas de glucógeno a las que antes nos referíamos.

Por tanto, es comprensible que para tener un rendimiento deportivo óptimo, amén de cualquier pequeña actividad deportiva que nos propongamos practicar correctamente, es imprescindible tener una alimentación saludable. Y si lo que quieres es que alimentación y deporte vayan de la mano y se ayuden mutuamente, no dudes en recurrir a los mejores entrenadores personales que tenemos en Zaask.

Artículo. Fuera del rectángulo también

A continuación presentamos un artículo enviado por nuestro colaborador Klaudio Torres (@Kkorleone). Klaudio es entrenador profesional en etapas de formación, y entre los roles que ha desempeñado destacan haber sido ayudante técnico de categorías sub-17 y adulta femenina Club Universidad de Chile. En el artículo se habla de la toma de decisiones para el entrenador y el momento adecuado para hacerlo. Esperemos que lo disfruten.

FUERA DEL RECTÁNGULO TAMBIÉN

Hay condiciones que son determinantes para el fútbol. Estas han evolucionado de la mano con las necesidades que ha ido solicitando el juego mismo. El vértigo, la dinámica y los diferentes modelos de juego, tienen en común que la velocidad de reacción así como la toma de decisiones son puntales del rendimiento deportivo futbolístico.

Es tan así que la carencia de alguna o ambas condiciones señaladas van a determinar si el resultado es favorable o no, extendiéndose esta situación a los 90 + “n” minutos que toque competir. Un mal pase, un error de fundamento, una reacción tardía o muy acelerada, una definición deficiente, así como todo lo contrario, pondrán dentro del campo de juego el manifiesto tangible de lo ocurrido (goles, amonestaciones, lesiones, expulsiones, frustración, entre otros).

Sin embargo, limitar la trascendencia de la velocidad de reacción al tiempo que demora un futbolista en realizar algún gesto técnico o acción motriz, es erróneo, más aun si lo limitamos solamente al quehacer exclusivo del futbolista. Lo mismo ocurre con la toma de decisiones. Fuera del rectángulo también son necesarias. Imprescindibles si se quiere.

El entrenador también debe poseer estas cualidades dentro de su repertorio. Durante la semana puede configurar estrategias y planteamientos que tienen como fin incidir en la lógica del encuentro según lo analizado/esperado del rival. No obstante, es el día mismo, durante el juego, mientras se desarrolla la brega, cuando se pone a prueba lo que realmente es capaz de lograr el DT desde el borde del terreno de juego.

Armado de cambios infinitos, 3 sustituciones, entretiempo y su voz, puede volcar el destino de un partido, para bien o para mal.

Incluso es posible que la carencia y/o inadecuada ejecución de la toma de decisiones por parte del entrenador, lleve a un equipo al descenso (caso Rangers de Talca (Chile): error de Óscar del Solar provoca que a razón de las reglas del torneo, se les debió restar 3 puntos por ingresar a un sexto extranjero a la cancha, lo que los llevó a liguilla de promoción, donde finalmente cayeron al descenso), así como a la eliminación de una competencia (caso Benítez (España): el entrenador puso dentro de la oncena titular a Denis Cheryshev, quien cargaba con una suspensión de su equipo anterior, el Villarreal, que le impedía jugar un partido. Al darse cuenta lo sustituyó, pero no se salvó el Real Madrid de la eliminación de la Copa del Rey), todo esto lleva a la descalificación como líder y todo lo que eso conlleva.

Lectura del juego, conocimiento de las reglas del juego, información suficiente de los dirigidos, conocer el reglamento de cada competición, autocontrol, historial de conducta, nivel de concentración, son algunos de los más importantes constituyentes para que el entrenador cumpla con su labor en plena facultad.

Desde la perspectiva del entrenador revisemos la toma de decisiones y la velocidad de reacción.

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TOMA DE DECISIONES

La influencia de un entrenador desde el borde de la cancha es el tema a discutir. El grado de influencia de su comportamiento, su apariencia, su interpretación de los hechos y la influencia de sus decisiones en los destinos que siga el juego son dignos de ser considerados. Decir que “son los jugadores los que saltan al césped” es cierto, pero incompleto.

La presencia del entrenador es un factor desequilibrante a la hora de dar vida a un encuentro. La formación titular, los suplentes, la capitanía (si es que de él depende), sus reacciones, su forma de vivir cada minuto, su lenguaje, su apariencia, el modo de corregir, su estilo, son una sumatoria de factores que según su orden si alteran el producto.

La toma de decisiones en un entrenador es sin duda lo que lo llevará a ser efectivo o no en su labor. Ser capaz de hacer uso de los recursos disponibles y conjugarlos de manera óptima para conseguir el alto rendimiento deportivo y con ello los resultados esperados fecha a fecha, son la columna vertebral del director técnico. Su misión es tomar decisiones en todo momento y valorar el impacto de la misma, como en el ajedrez.

Por esto es que la toma de decisiones será el procesamiento de los múltiples factores que inciden en la práctica futbolística y que dentro de la lógica particular del entrenador, se desarrolle una respuesta a ejecutar, entendiendo la influencia que esta pueda tener, o al menos dentro de un rango aproximado. Está tremendamente sujeta a la experiencia, a la formación y al nivel de conocimiento de la disciplina.

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VELOCIDAD DE REACCIÓN

El fútbol es impredecible. Día a día vemos por distintos medios y redes sociales situaciones que dentro del campo de juego nos sorprenden, nos impactan, nos sacan carcajadas, nos conmueven y nos maravillan. Lo podemos desmenuzar, estudiar, generar estudios, pero los resultados (a menos que no haya “externos”) siguen siendo impredecibles.

La sorpresa es el santo grial de este deporte. Es lo que todos buscan. Someter al rival a la incertidumbre es el objetivo. Llevar los destinos de la gorda caprichosa.

Por esta razón la lectura avezada del juego puede consignar si el equipo al que se dirige es guía o presa de la incertidumbre. En función a esta capacidad y de asimilar una respuesta para ser ejecutada con éxito, se crea la unidad de medida Velocidad de Reacción, que es el tiempo que tarda el entrenador en percatarse de los detalles o generalidades que ameritan intervención, ya sea en conservar o realizar cambios drásticos al juego.

La capacidad, así como la humildad y la adaptabilidad se conjugan para modificar lo preestablecido a una estructura nueva que devuelva a sus dirigidos al rumbo de la victoria, asumiendo y entendiendo que lo planificado no funciona o fue contrarrestado. Esto es clave. Muchas veces la piedra de tope es la soberbia, llevando a que la velocidad de reacción se vea disminuida y no por el conocimiento precisamente. Son muchos los factores que influyen sobre esta característica.

Ejemplos hay muchos, pero será bueno puntualizar una de las situaciones más desafortunadas que tienen como protagonistas a entrenadores y estas cualidades. Los protagonistas son Martín Lasarte y Sebastián Becaccece. El aún entrenador del club Universidad de Chile recibe la noticia de que sus dirigidos fueron notificados por el ex ayudante de Sampaoli, de que no seguían para la siguiente temporada, durante la concentración a su último partido en la banca del mencionado club. En su condición como técnico entrante, es lógico entender que sus atribuciones deben ponerse en marcha, la toma de decisiones no es la adecuada, así como la velocidad de reacción tampoco destacó: pasaron días en que el aludido recibió una carta de disculpas de su sucesor. Se dio una situación de falta de respeto importante con su colega saliente que pudo evitarse con un mejor manejo de los tiempos. En palabras del mismo uruguayo “A veces uno comete errores, por la velocidad, la inexperiencia, la necesidad de resolver las cosas, y es mejor pensar un poco más, tomar un poco más de tiempo». Creo que es así como Martín nos da a entender en resumen todo lo descrito.

Por otro lado, un ejemplo positivo en que la toma de decisiones y la velocidad de reacción de un técnico, es el cómo resuelve el puzle que le ofrece el juego: lo acontecido en el encuentro entre FC Bayern München y el FC Ingolstadt 04 el pasado sábado 12 de diciembre. Luego de ver un primer tiempo para el olvido, donde el equipo bávaro se veía impreciso, muy por debajo del nivel al que nos tenía acostumbrados. Sin encontrar la respuesta desde el interior del campo, el entrenador Josep Guardiola, luego de 55 minutos de férrea resistencia de la visita realizó modificaciones posicionales al equipo local que lograron abrir el cerrojo defensivo del Ingolstadt. Lo más llamativo, el canal de información: un pequeño papel.

La toma de decisiones y la velocidad de reacción son inseparables. No son divisibles. Cualidades que no pueden estar ausentes dentro del currículum de un entrenador. O mejor aún, la magnitud de estas en tu repertorio resulta determinante en tu función.

Artículo. Salir a no encajar VS Salir a meter más goles que el rival

Vimos en un artículo anterior que la fijación de objetivos es una de las principales y más útiles herramientas para despertar la motivación intrínseca de las personas. Cuando una persona tiene un objetivo bien definido en el que cree y que realmente desea, su motivación intrínseca se despierta de forma automática.

Sin embargo, los objetivos tienen otro aspecto a tener muy en cuenta y es que así como pueden ser nuestra principal arma de motivación, también pueden ser una pesada mochila que arrastrar. Cuando una persona tiene una gran ilusión por un objetivo y, de repente interpreta que ya no puede conseguirlo, en ese momento se viene abajo, todos los esfuerzos y actividades que realizaba en pro del objetivo ya no tienen sentido y la persona se deja ir.

Así pues, y conociendo estos 2 aspectos de los objetivos, hay que tener muchísimo cuidado a la hora de definir el objetivo del equipo o de cualquier jugador a lo largo de un partido. Dado que el futbol no permite tiempos muertos y, por tanto, durante 45 minutos el entrenador no va a poder volver a hablar con sus jugadores, hemos de procurar poner objetivos que, como mínimo puedan durar vivos esos 45 minutos. Me explico con un ejemplo:

Octavos de la Europa League 2014-2015: Villarreal – Sevilla. El grandísimo entrenador Marcelino García Toral, una de mis referencias españolas, pasó la semana entera recalcando a los medios y a sus jugadores que el objetivo era no encajar gol en casa, no encajar gol. El partido comenzó y a los 13 segundos el Sevilla marcó un gol. A partir de ese momento hay unos minutos de auténtico caos en el Villarreal, que antes del minuto 30 ya perdía por 0 goles a 2.

¿Qué pasó aquí? Los jugadores tenían un gran objetivo que perseguir: no encajar gol. Y más allá de si este objetivo fomenta o no la motivación intrínseca (para mí no lo hace), lo que está claro es que a los 13 segundos este objetivo se tornó en imposible. Nada más empezar el partido los jugadores ya sabían que no iban a conseguir el objetivo, con lo que esto provoca tal como hemos comentado y que se vio clarísimamente en el partido: algunos de ellos se dejaron ir.

¿Qué hay que hacer entonces? Bueno, en otro artículo de este blog explico que características debe tener un objetivo para estar bien definido. ¿En este caso cual debía ser el objetivo? El objetivo era pasar la eliminatoria. ¿Qué se necesitaba para lograrlo? Esa es la pregunta clave y la respuesta a ella marcará el objetivo concreto para el primer partido: ¿Qué se necesitaba? Si respondes que lo que se necesitaba era no encajar y fijas ahí el objetivo, te estás poniendo en manos del azar, estás contrayendo un grave riesgo, el riesgo de que te marquen y te quedes sin objetivo que perseguir. Por el contrario, si la respuesta a la pregunta de qué se necesita para pasar es: meter más goles que el rival, ya pones el foco en el interior, en lo que tú puedes hacer. Y no sólo eso, sino que defines un objetivo que siempre va a estar vivo en la mente de tus jugadores. Meter más goles que el rival. Lógicamente, si el rival no te marca tienes más opciones de pasar, pero bajo mi punto de vista, el objetivo no puede ser “no recibir goles”. Ese objetivo quita ilusión. No está redactado en positivo! No te incita a la acción! Meter un gol más. Eso da ilusión a un futbolista y hace que aunque te metan un gol, tu sigas y sigas persiguiendo el objetivo que siempre es viable, siempre, y más aún si te marcan a los 13 segundos! ¡Fijaros el cambio! En el objetivo no encajar, si te meten un gol adiós objetivo. En el objetivo marcar más goles que el rival, aunque te metan 2 goles tú estás preparado psicológicamente para seguir peleando porque sigue siendo viable conseguirlo! La diferencia psicológicamente es brutal.

Juan Miguel Bernat
@juanbernatcoach

Artículo. Características que debe cumplir una meta bien definida

Ahora que llega el año nuevo, no dejes de establecer nuevas metas y objetivos. Os dejamos un nuevo artículo de Juan Bernat.

CARACTERÍSTICAS QUE DEBE CUMPLIR UNA META BIEN DEFINIDA

La definición de metas y objetivos es una de las herramientas clave de que disponemos para aumentar la motivación intrínseca de la persona. Una meta bien definida es una fuente de energía sin igual. Una meta bien definida nos mueve por dentro, nos enciende, nos empuja a trabajar, nos dice a qué hora debemos levantarnos y a qué hora debemos acostarnos, nos levanta cuando caemos. Su poder es enorme. Se dice que no hay personas perezosas, sino personas con metas que no les despiertan inspiración.

Pero para que la meta tenga este poder sobre nosotros debe cumplir una serie de criterios:

  1. No impuesta, es decir, debemos definirla nosotros. Nosotros somos los que sabemos lo que nos mueve por dentro, el entrenador no lo sabe, el presidente no lo sabe. Así que, si quieres que un jugador se ponga una meta que actúa de factor energético sobre él, deja que se la fije él mismo.
  2. La meta debe estar expresada en positivo. Si queremos que ejerza de factor atractor, no debe ni puede estar expresada en negativo. De la negatividad huimos por naturaleza. Parece obvio pero os puedo enumerar cientos de metas negativas: no llegar tarde a ningún entrenamiento (en lugar de llegar puntual a todos los entrenamientos), fallar menos del 20 % de los tiros libres (en lugar de convertir un 80 % o más de los tiros libres), no perder la pelota (en lugar de mantener la posesión), no nos relajamos (en lugar de mantenemos la concentración y tensión)
  3. La meta debe cumplir el acrónimo SMART:
    1. eSpecífica quiere decir que está claramente determinada, es decir, en un equipo de futbol no vale decir quedar lo más arriba posible. ¡Qué significa eso? Quedar entre los 5 primeros y llegar como mínimo a cuartos de final en Copa del Rey, eso sí es específico.
    2. Medible: Quiere decir que es fácilmente objetivable y demostrable su cumplimiento o no cumplimiento. Es decir, un 3º sabe perfectamente si se ha conseguido o no. Para un jugador no sería medible la meta de hacer todo lo que esté en mi mano por meter un gol. ¿cómo sabe un 3º que has hecho todo lo posible? Una medible sería disparar 7 veces este partido.
    3. Alcanzable: muy importante. Ya hemos comentado que la meta es una herramienta impresionante para motivar a una persona o equipo, pero OJO, porque también puede tener el efecto contrario. Si nos ponemos una meta muy ilusionante pero demasiado alta e inalcanzable, a medida que nos alejemos de ella nuestra motivación irá cayendo en picado y, seguramente ni siquiera conseguiremos el objetivo inmediatamente inferior al que perseguíamos. Por eso es tan importante que la meta sea alcanzable y vaya progresando poco a poco conforme consolidamos objetivos. Los jugadores estarán mucho más enchufados, su motivación siempre irá hacia arriba y encima se reforzará su autoestima porque todo lo que sea cumplir objetivos les hará sentir que están haciendo un buen trabajo. Es el clásico partido a partido! Es muy importante definir bien la meta para que sea de verdad lo que nos impulsa a correr más rápido y no una pesada losa que arrastrar. La meta puede ser nuestra gran fuente de energía para correr más rápido que los demás o nuestro gran peso que nos haga correr más despacio si a mitad de camino vemos que no es viable.
    4. Retadora: Por supuesto la meta tiene que ser alcanzable, aunque eso no quiere decir que sea fácil, tiene que suponernos un reto importante, pero eso sí, hemos de estar convencidos de que con esfuerzo la vamos a lograr, de que si ponemos todo nuestro empeño, es viable su consecución.
    5. con plazo Temporal claro: quiere decir que ponemos una fecha clara en la que tenemos que lograr la meta. El objetivo no puede ser “hacer las cosas bien los próximos años para ir a Europa, para ascender, para….” El objetivo debe tener una fecha concreta, de lo contrario nunca lo alcanzaremos, encontraremos excusas para posponerlo.

Así pues y resumiendo, para que una meta cumpla su función y despierte la motivación intrínseca debe ser: no impuesta, positiva, específica, medible, alcanzable, retadora y con plazo temporal.

Juan Miguel Bernat
@juanbernatcoach

Artículo. El entrenador con el síndrome de la Playstation

¿Qué es el síndrome de la PlayStation?

Me he inventado este nombre para definir a los entrenadores que creen que sus jugadores son robots que pueden manejar con un mando inalámbrico y a los que se dedican a dar órdenes, no ya tácticas, sino sobre la forma en que deben actuar cada vez que les llega el balón. Frases del estilo: “controla con el pecho, bájala y dásela a pepito” “písala y al portero” “recorta y al centro”…

Estas frases son tremendamente molestas para cualquier jugador de futbol. Y no solo eso, son claramente perjudiciales para su rendimiento y eso está demostrado a nivel científico.

Cuando una persona ya domina una actividad (y claramente un jugador de futbol de 1ª división domina su actividad), no debe pensar en lo que hace. ¿Qué quiero decir? Pues eso, no debe pensar en absoluto. Su cerebro sabe de sobra lo que tiene que hacer. Lo procesa todo de forma automática. En el momento que el jugador profesional se dedique a pensar en cómo va a hacer lo que va a hacer, empeorará su rendimiento de forma crítica.

¿Por qué sucede esto?

El cerebro vive de oxígeno y glucosa. Consume el 20% del oxígeno utilizado por el cuerpo y nada más y nada menos que 400 kcal al día (quinta parte de una dieta normal!). Pensar cansa!

Y como pensar cansa, el cerebro, que es muy listo, y no quiere consumir energía por consumir, dispone de 2 vías por las que procesar la información y dar órdenes de actuación:

La vía A, la descendente es la que usamos cuando somos inexpertos. Es aquella en la que participa la corteza frontal, que es la sede del pensamiento racional y calculador. Es la que usamos cuando estamos aprendiendo a hacer algo y no lo tenemos internalizado. Esta vía es de gran consumo de recursos y nos obliga a poner total atención en lo que estamos haciendo.

La vía B es la que utilizamos cuando una acción la hemos repetido cientos de veces, y ya no nos damos ni cuenta de cómo lo hacemos. Esa acción es automática. Esta vía B libera la corteza frontal, la parte racional, y consume muchos menos recursos. Es muchísimo más rápida y efectiva para realizar cualquier tipo de actividad. Cuando la utilizas no piensas, sencillamente ejecutas, y lo haces bien. Cualquier futbolista profesional que lleva años haciendo esa actividad no necesita pensar lo que tiene que hacer cuando le llega el balón, sencillamente lo sabe. Si se para a pensar en cómo hacer lo que desea y no digamos ya si recibe un mensaje contradictorio del entrenador, es cuando duda y pierde esos preciosos segundos que marcan la diferencia. El futbolista tiene que fluir, tiene que hacer lo que siente. Su cerebro va a ir solo y le va a indicar la mejor opción. Seguro.

Esto se demostró, entre otros, en un experimento con jugadores de golf de élite y jugadores amateur. Para ello se midió el rendimiento en 2 situaciones distintas: en la 1ª situación se les pidió a los jugadores que explicaran con todo detalle como era su golpe, lo desagregaran en unidades simples y prestaran atención a cada una de esas unidades antes de golpear. En la 2ª situación se les pidió que se pusieran de espaldas a la pelota y al oír un silbato se giraran rápidamente y golpearan sin pensar. ¿Resultado? Los jugadores de élite rindieron mucho mejor cuando no pensaban. Los jugadores amateur, todo lo contrario, rendían mejor cuando se fijaban en la técnica y golpeaban despacio.

Conclusión: Si eres entrenador, deja a tu jugador que haga lo que siente o tus palabras serán contraproducentes. Si eres jugador, se automático, fluye, no pienses en cómo vas a hacer lo que has pensado hacer, sencillamente hazlo.

Juan Miguel Bernat
@juanbernatcoach

Artículo. La diferencia entre creer que tu delantero es un perro o un gato

A todos nos vienen a la mente nombres de jugadores que no destacaban en un equipo y que con la llegada de un nuevo entrenador se convierten en estrella. O jugadores que rendían a grandísimo nivel y la llegada de un nuevo entrenador les condena al banquillo. ¿A qué se debe esto?

Por supuesto los aspectos tácticos y sistemas de cada entrenador tienen mucho que ver, pero este asunto tiene también una vertiente psicológica. Vertiente psicológica que podemos entender comprendiendo cómo interactúan entre sí 3 efectos psicológicos: efecto pigmalion, eficacia perceptiva y defensa perceptiva.

El efecto pigmalion viene a decir que, ante nosotros, las personas van a acabar comportándose tal y como esperamos que se comporten. Es decir, tenemos la capacidad, y más si somos el jefe, de condicionar sobre manera las conductas y rendimiento de una persona para que se ajuste a lo que esperamos de ella. Si esperamos que sea un gran delantero lo será, si esperamos que sea un lateral sin capacidad defensiva lo será, si esperamos que sea el conflictivo del vestuario lo será, si esperamos que sea el líder lo será etc. Para bien o para mal.

¿Y por qué ocurre esto?

Porque como nuestro cerebro es incapaz de procesar toda la información que recibe, se tiene que centrar en lo que considera más importante. De ahí que determinadas acciones pasen desapercibidas para nuestro cerebro y de otras siempre se de cuenta. Por eso, el cerebro sufre 2 efectos:

  • Eficacia Perceptiva. En base a este efecto, si esperamos algo bueno de una persona nuestro cerebro sólo va a percibir lo que esa persona haga bien y pasará por alto todo lo que haga mal a no ser que sea muy, muy llamativo. De esta forma, reforzamos nuestras expectativas y si creemos que un jugador es un buen delantero pasaremos por alto sus fallos y ensalzaremos sus aciertos.
  • Defensa Perceptiva. Lo contrario. Si esperamos algo malo de una persona estaremos atentos sólo a lo que haga mal. De esta forma, si esperamos que una persona sea la conflictiva del vestuario, cualquier acción que en otra persona pasaría desapercibida, cuando la haga este jugador la interpretaremos mal y nuestro cerebro nos reafirmará en nuestra expectativa.

¿Y cómo afectan estos efectos en la gestión de la plantilla?

Como nuestras expectativas como entrenador se van reforzando, nosotros nos comportaremos de diferente forma con cada jugador. Y a su vez el jugador, influido por nuestro comportamiento, tendrá unas conductas condicionadas que tenderán a reafirmar nuestra opinión. Por ejemplo:

Por cualquier causa o comentario aislado al poco de conocerse, el entrenador piensa que un jugador está descontento, que no comulga con sus ideas y que está deseando que lo despidan; ante ese pensamiento el entrenador se pone a la defensiva con el jugador, apenas habla con él, no lo considera de su confianza y lo va aislando; esto provoca que el jugador comience a encerrarse en sí mismo, a pensar que el entrenador le tiene manía y a no habla con él y quejarse de su situación con los compañeros… Sin darse cuenta, el entrenador ha contribuido con sus actos a que el jugador le reafirme su opinión inicial.

También puede ocurrir al contrario: el entrenador llega nuevo al equipo y piensa que un jugador en concreto es el líder del grupo, entonces le da galones, confianza plena, le perdona el error…; esto da lugar a que el jugador se sienta plenamente respaldado por el entrenador, se crezca, le respete y lo de todo por liderar a sus compañeros. De nuevo, en base al pensamiento prejuicioso del entrenador, se cumplen los pronósticos y ese jugador aunque no lo era, se convierte en líder.

Otro ejemplo: el entrenador piensa, y lo dice públicamente ante la prensa, que su delantero centro es un gato y que a cazar se va con perros. Lógicamente, ese delantero centro hace menos goles esa temporada que cuando viene un entrenador y dice que no quiere fichar otro delantero centro porque considera que este es de los mejores del mundo y le reta a meter 25 goles.

Así pues, los entrenadores tienen un poder extraordinario. Tienen la capacidad de que sus jugadores se vean a sí mismos como él los ve. Hay que manejar adecuadamente este poder. Y hay que saber de la existencia de estos efectos para utilizarlos en el bien de equipo, para conseguir con ellos que los jugadores se vean, gracias a ti, más grandes, más capaces.

Juan Miguel Bernat
@juanbernatcoach