Papá, ¿y tú de qué tipo eres?

Hoy, en la entrada del Material del Entrenador, voy a incluir un artículo escrito por un gran amigo como es Juan Díaz Palomo. Habla sobre los padres y qué relación tienen con el fútbol base. Espero que os sea de utilidad.

LOS PADRES

Juan Díaz. Padre y Entrenador

Comienzo este artículo con una pregunta: ¿Somos los padres conscientes de que nuestros hijos nos ven como una referencia?

Todos nuestros comportamientos, gestos, palabras o acciones tienen repercusión en nuestros hijos. Nos observan y tratan de imitarnos en la medida de lo posible. Un hijo intentará siempre hacer feliz a sus padres, que se sientan orgullosos de él. Así que nuestra responsabilidad es inmensa. Somos observados a diario, por tanto, nuestra labor educativa no cesa nunca. Cualquier momento o situación es un excepcional escenario formativo.

En los años que llevo en el fútbol base, concretamente en Fútbol 7, he podido observar que existen diferentes tipos de padres. Me he permitido clasificarlos en base al comportamiento que tienen dentro de un campo de fútbol.

PADRES – ENTRENADORES: sin duda, ocupan el primer lugar en mi clasificación. Los campos de fútbol están llenos de esta “especie”. Son padres que asisten a los entrenamientos, no faltan a ningún partido. Le dicen al entrenador dónde tiene que jugar su hijo, cómo tiene que jugar el equipo. Están convencidos de que su hijo es el mejor y ven al niño jugando, en un futuro, en un equipo de primera división. Para ellos, no existe nada más que su hijo. El equipo existe porque está su hijo dentro de él. En los partidos “montan” el espectáculo. Antes de comenzar ya ejercen de entrenador: “vamos a ganar” “tú, no chupes tanto” “tenéis que echarle h..”. Durante el partido, no paran de gritar, corregir, situar a los jugadores, increpar a todos (jugadores, rivales y, por supuesto, árbitro), insultar, desafiar, muestran agresividad. A veces, están tan metidos en el partido, que corren la banda. Es frecuente verlos con una cerveza en la mano y su hábitat natural está en la grada pero pegado al terreno de juego donde se le identifica fácilmente. Si el equipo pierde es porque el entrenador no tiene ni idea y los jugadores no tienen el nivel de su hijo. Si se gana el partido se muestra muy satisfecho porque su hijo ha sido pieza esencial y él ha influido, con su dirección del juego a base de gritos, en el resultado. Se marchan convencidos de que su hijo es el mejor. El problema surge cuando en un equipo hay dos o más jugadores que son los mejores (en relación de los padres entrenadores que existen en el equipo: x padres entrenadores = x futuros Messis en el equipo). Si esto ocurre, la guerra está montada. Hace seis años entrenaba a un equipo prebenjamín (6 y 7 años) con el que quedamos campeones de liga. El día de la fiesta por la consecución del título, dos padres entrenadores se pelearon a puñetazos. Los niños no sabían por qué se peleaban, yo tampoco (sigo sin saberlo). Pero es que ellos tampoco sabían por qué se estaban pegando. El daño que estos padres les hacen a sus hijos es inmenso. Lo peor es que ellos no son conscientes y van a más en su actitud negativa.

Estos padres, a veces, se les ven acompañados de otro “ejemplar” que he denominado:

PADRES – SEGUNDOS ENTRENADORES. Tienen la misma misión que el anterior pero en un segundo plano. Sólo se acerca al primero para hacer comentarios puntuales. También increpa e insulta pero desde la barra del bar. Tanto al primero como al segundo, les importa muy poco la formación de sus hijos. Lo único que les interesa es que su “diamante en bruto” esté rodeado de los mejores, en un equipo ganador.

PADRES GRATIFICADORES. Así denomino a los que gratifican, económicamente, a sus hijos por cada gol marcado (lo siento por los defensas y por los porteros). Dan dinero por goles marcados. He visto dar 10 euros por cada gol marcado y estamos hablando de partidos de fútbol 7 en los que un mismo jugador puede marcar un gran número de goles. Los niños, evidentemente, se vuelven egoístas dentro del terreno de juego, increpan al compañero si no le pasan el balón, no tienen concepto de equipo y no se integran en un grupo.

PADRES REPRESENTANTES. Esta “especie” está en auge. A estos padres les da igual que sus hijos jueguen en el equipo del barrio, o no. Buscan el mejor equipo aunque tengan que desplazarse varios kilómetros. Su hijo tiene que estar con los mejores. Si no es así, ya se encargará él de traer jugadores para que su hijo esté en un equipo ganador. Si su hijo queda desplazado porque hay jugadores mejores, busca un equipo donde pueda tener protagonismo. Hace lo posible para que su hijo sea conocido, incluso envía videos a los medios de comunicación locales.

PADRES DESFASADOS. Son los desfasados, los que recuerdan su infancia y creen que el mundo no evoluciona. Se les reconoce por frases como: “En mis tiempos….” “Cuando yo jugaba…”. Les da igual que su hijo, en un entrenamiento, esté 45 minutos haciendo carrera continua porque él entrenaba así. Son partidarios de gritar a los niños de forma desmesurada porque así lo entrenaban a él. No valoran las condiciones tan favorables en las que entrenan sus hijos, se limitan a decir “lo nuestro tenía más mérito”. Son padres que se han quedado atrás en la evolución del fútbol.

PADRES PASOTAS. No se interesan por el niño. Les da igual la formación del niño, el entrenador, el club en el que están. No preguntan si han ganado o perdido. Se limitan a llevar al niño al entrenamiento y recogerlo cuando termina. Rara vez, se les ve presenciando un partido. Para ellos, es una obligación que su hijo entrene en un equipo.

MADRES. En todos los sectores de la sociedad se ha producido, afortunadamente, la incorporación de la mujer. El fútbol base no podía quedarse atrás en este avance social. Así, cada vez más madres acuden a entrenamientos y partidos de sus hijos. Sin ánimo de generalizar, su comportamiento es parecido al padre entrenador pero sin saber qué es un fuera de juego, un libre indirecto o un interior derecho.

VERDADEROS PADRES – VERDADERAS MADRES. Se interesan, a principio de temporada, por la formación que va a tener su hijo. Tratan de conocer al entrenador, la formación que tiene y el trato que le da al niño. Nunca interfiere en las decisiones, planteamientos, entrenamientos, ni partidos. Siempre mantienen una actitud discreta de apoyo, animan a su hijo y al grupo de forma elegante y digna de elogio, no crean presión innecesaria, dan motivación y seguridad. Animan y apoyan al equipo sin protestas, insultos o desaprobaciones a los integrantes del equipo, del rival o al colegiado. Siempre ofrecen su vehículo para el desplazamiento. Felicita a todos los jugadores del equipo y los anima si salen tristes porque han perdido. En definitiva, disfrutan del deporte a través de sus hijos.

Para finalizar, quiero transmitir un mensaje:

«Tenemos que ser conscientes de que somos una referencia para nuestros hijos».

32 comentarios
  1. Anonymous
    Anonymous Dice:

    Desgraciadamente todos los entrenadores de Futbol base con formación compartimos esta idea. Buen articulo. La pena es que entre los entrenadores también están todo ese tipo de especies de padres y la culpa la tienen los clubes por no gastaras dinero en conseguir entrenadores titulados y con formación para su Futbol base.
    Jesus Torres

    Responder
  2. magicovaldivia
    magicovaldivia Dice:

    Juan, lo has clavado, es una pena pero así es. Enhorabuena por la exposición. Juan Carlos Valdivia.

    Responder
  3. Juan Díaz
    Juan Díaz Dice:

    Personalmente creo que somos los que pertenecemos a un Club: directivos, entrenadores y jugadores, los que debemos cambiar las actitudes negativas en un campo de fútbol. Hacerles ver a estos padres que los que están jugando son chavales que tratan de divertirse, por encima de todo. No se trata de echar a estos padres del campo de fútbol sino reconducirlos a una conducta positiva.
    Juan Díaz

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  4. Anonymous
    Anonymous Dice:

    Veo dificil Juan, sino imposible reconducir a un padre/madre de 35 años en adelante y mucho mas factible y economico (en tiempo) el hacerlo con su hijo/a, el cual ya lleva implicito el comportamiento negativo de su padre. Me inclino por echarlos de los campos en cuanto den signos de incontinencia verbal. Un abrazo
    Jesus Torres

    Responder
  5. Anonymous
    Anonymous Dice:

    Juan te falta catalogar a aquellos/as padres/madres "agresivos", que incluso son capaces de enfrentarse y agredir (fisica y verbalmente) al entrenador por que su hijo no participa todo lo que a el/ella le gustaria
    Jesus Torres

    Responder
  6. Anonymous
    Anonymous Dice:

    JUAN, DESDE ARGENTINA ARIEL PILIA, TE FELICITO POR TU DEDICACION, ME ALEGRO QUE HAYAS ESCRITO ESTE ARTICULO PORQUE LA VERDAD ACA SUCEDE LO MISMO, Y NO SIEMPRE LOS ENTRENADORES ENCONTRAMOS LA FORMA DE CONCIENCIAR A LOS PADRES DE LA IMPORTANCIA QUE TIENEN EN LA EDUCACION DEPORTIVA DE SUS HIJOS, HOY COORDINO UNA ESCUELITA Y CON VUESTRA AUTORIZACION LES ENTRAGARE UNA COPIA A LOS MONITORES

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  7. Anonymous
    Anonymous Dice:

    Me alegro de poder saludarte, Ariel.
    Espero que te vaya todo bien por tu tierra y enseñes a los chavales todo lo que sabes (que no es poco). No tienes que pedir autorización de nada. Este mismo artículo lo hubiera escrito cualquiera que, teniendo dos dedos de frente, quieran lo mejor para los niños a través de un deporte tan apasionante como es el fútbol.
    Lo dicho, me alegro mucho poder saludarte a través del blog de un amigo común, como es Adri.
    Jesús, yo creo que los padres agresivos están en la categoría de padres entrenadores, pero efectivamente, es así, es el extremo opuesto a lo que es un verdadero padre.
    Un saludo.
    Juan Díaz

    Responder
  8. Anonymous
    Anonymous Dice:

    fantástico, todos coincidimos, pero creo que son los club y las federaciones que organizan las competiciones los que tendrían que obligar a que los entrenadores de las categorías inferiores fuesen personas bien formadas,con su titulación y que ante todo se consideraran educadores, mas que entrenadores y así hacérselo ver a todos esos padres que creen tener a un futuro Ronaldo o Casillas en su familia. un saludo. Juan

    Responder
  9. Salvador de la Cerda
    Salvador de la Cerda Dice:

    Buenas. Mi nombre es Salvador de la Cerda y actualmente entreno a la AD Cerro del Águila (Sevilla), de la 1ª Andaluza de Cadetes.

    El articulo me ha parecido una verdad como un templo, que refleja situaciones verdaderamente cotidianas en el fútbol base, y que toca a reflexión por parte de tod@s.

    Desde aquí, me gustaría dar la enhorabuena por este magnifico blog.

    Si quereis podeis pasarse también por mi blog personal. http://www.salvadordelacerda.blogspot.com

    Responder
  10. Anonymous
    Anonymous Dice:

    Al igual que en todos los gremios, en el de entrenador existe de todo. Estoy contigo en que los entrenadores tienen que tener una buena formación, pero no siempre ocurre así. No coincido contigo en que, ante todo, sean educadores. Bajo mi punto de vista, el objetivo es la formación del jugador. Por supuesto, con las herramientas de la educación y la diversión. Os dejo un enlace de un artículo de Argelio González que habla de los entrenadores y que me parece interesantísimo. El enlace es de la web de mi club que yo mismo gestiono. Espero vuestros comentarios. Éste es el enlace:
    http://romaluzcf.es.tl/Art%EDculo-n%BA-3-.–El-Entrenador-.-.htm
    Juan Díaz

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  11. Anonymous
    Anonymous Dice:

    Me parece un artículo excepcional. Define claramente lo que se puede ver cada fin de semana en los campos de futbol base. Enhorabuena por el articulo Juan y por el blog Adri. Al hilo de este articulo os queria preguntar ¿que os parece la iniciativa del Sevilla F.C. de no dejar que los padres asistan a los entrenamientos como si de un colegio se tratara?

    Bori Moreno

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  12. Rafael Pulet Carrasco
    Rafael Pulet Carrasco Dice:

    Mientras los clubs no tengan unas normas básicas de funcionamiento para directivos, coordinadores/as, entrenadores/as, delegados/as, padres/madres y jugadores/as. Los padres/madres seguirán siendo como Juan Diaz expone y muchos prototipos mas que yo personalmente he vivido por ejemplo el padre/madre que anima al equipo contrario al de su hijo/a porque el entrenador no le ha dejado jugar a este padre a ser entrenador y se ha puesto en su contra. Anecdotas como estas y mas que pueden llenar páginas y páginas.
    Estoy muy de acuerdo con tus planteamientos. pero mientras los padres/madres, no tengan unos deberes que cumplir y firmen unos compromisos desde principios de temporada cuando se le haga la ficha federativa a su hijo/a , y se les sancione incluso con la expulsión del Club, todo seguirá igual. Un saludo. Rafael Pulet.

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  13. Anonymous
    Anonymous Dice:

    Respondiendo a Bori, y es mi opinión personal, yo quiero que los padres asistan a los entrenamientos de sus hijos. Quiero que vean todo lo que acontece. Por supuesto, quiero que estén al margen del entrenamiento, pero que sepan cómo trato a los niños y que formación les doy. Que vean cómo entreno, qué ejercicios realizo, cómo los hago. Como padre, también quisiera presenciar los entrenamientos. Con respecto a la implicación de los padres le he copiado a mi amigo Juan Carlos Valdivia una iniciativa que él lleva a cabo en su equipo benjamín del Málaga y es permitir a un padre asisitir a todo lo que se genera en torno a un partido, es decir, está convocado a la misma hora que su hijo, entra en el vestuario, presencia el partido desde el banquillo, etc…
    Creo que los entrenadores debemos mostrar una total transparencia en nuestro trabajo.
    Con respecto a lo que expone Rafael, es cierto que deberían aceptar unos compromisos de comportamiento. A los padres de mis jugadores, al inicio de la temporada, les doy unas normas básicas de comportamiento que deben aceptar. No me las firman, pero saben que deben cumplirlas porque están orientadas para el beneficio de su hijo.

    No me extiendo más.
    Me alegro que el artículo haya tenido tan buena aceptación y que compartáis mi planteamiento.
    Un saludo a todos.

    Juan Díaz

    Responder
  14. Anonymous
    Anonymous Dice:

    donde se encuadrarian a los que manipulan todo alrededor del equipo para cargarse al jugador ("compañero") que le puede hacer la competencia a su hijo. Llegando a límites insospechados, inventando mentiras, convenciendo a todos los padres de estas, escribiendo en foros, enviando anónimos al club,utilizando a amigos "periodistas" para airear todo tipo de estrategias casi delictivas, ya que confia más en su capacidad para persuadir y su grandeza con sus amistades que en la capacidad de su propio hijo para jugar…al final se cargan el buen ambiente que pueda crear el entrenador y como no a su hijo que al final no lo quedrá nadie aunque juegue mejor de lo que su padre cree en su interior…

    Responder
  15. Moi
    Moi Dice:

    Que gran artículo y cuantas verdades juntas. Me das permiso para publicar este articulo en la página web de nuestro club. Logicament, pondré la fuente de donde lo he cogido.

    Responder
  16. Adrián Espárraga Jaime
    Adrián Espárraga Jaime Dice:

    Sin problemas Moi. Pero pon el enlace original de la noticia y que su autor es Juan Diaz, ya que no he sido yo el autor. Por cierto, ¿Cuál es el club para poder echarle un vistazo a la web? Un saludo.

    Responder
  17. Moi
    Moi Dice:

    Hola Adrián. Lo acabo de publicar en nuestra web. Somos el Club de Futbol Lloret (de Girona). Esta es la web: http://www.cflloret.com.

    He colgado el artículo en el apartado de "Protagonistes".

    Un fuerte abrazo desde Lloret de Mar.

    Responder
  18. Juan Alberto
    Juan Alberto Dice:

    Gran Artículo.

    Cuanta razón tienes, no se valora para nada el esfuerzo de los niños ni el de los entrenadores, nadie mira por la formación de sus hijos, sino por el resultado que estos dan. Solo piensan en GANAR! y se olvidan que lo importante es que estos jugadores se diviertan compitiendo! y mejorando día a día!

    Responder
  19. Victor De Leon
    Victor De Leon Dice:

    Creo que tu tu articulo es muy bueno pero haz dejado de lado al papa Santa Claus ke ha base de regalos pretende que su hijop juegue mas o sea titular, que tal el papa Relog, aquel que esta al tanto hasta el ultimo segundo y minuto que juega o no su hijo, y pudiera enumerar muchos mas pero creo que no terminariamos. Soy el Director Deportivo en un club mediano en Estados Unidos Y a diario los padres representan el reto mas GRANDE en el proceso de formacion. FELICITACIONES por tu articulo.
    Willow Soccer Club
    Victor De Leon
    vikasa551@yahoo.com
    408 661 6514

    Responder
    • Adrian EJ
      Adrian EJ Dice:

      Hola Victor,
      gracias por la aportación. Para nosotros es un gran orgullo que gente desde el otro lado del planeta nos siga con frecuencia. Muchas gracias por ello y para cualquier cosa que necesites aquí estamos disponibles.
      Un saludo.

      Responder
    • Juan Díaz Palomo
      Juan Díaz Palomo Dice:

      Efectivamente Victor, tienes razón. Quizás el padre Santa Claus (como tú le llamas) no lo he visto nunca en el entorno en el que me he movido. Concretamente a mí nadie me ha ofrecido nada para que su hijo juegue más.
      En lo que respecta a los minutos, estoy totalmente de acuerdo. En mi experiencia personal, he tenido padres que me reclamaban que sus hijos jugaran más y era de los que más minutos jugaban. Ni caso. Bajo mi punto de vista el entrenador tiene que controlar los minutos que juega cada niño. No quiere decir que todos jueguen los mismos minutos pero, a lo largo de la temporada, debería repartir los minutos. Hay tiempo para todos. Yo también soy padre y quiero que mis hijos jueguen lo máximo posible.
      ¡Cuántos tipos de padres existen! ¿verdad? Los que dicen que a su hijo no le pasan el balón, los que creen que su hijo juega mejor de delantero, los que aseguran que su hijo lanza las faltas como Cristiano, etc. etc. etc. Seguro que irán saliendo nuevas especies. Esperemos que se vayan extinguiendo otras tantas.

      Un saludo.

      Responder
  20. Grimaldos
    Grimaldos Dice:

    Desgraciadamente o afortunadamente? Hola yo llevo un equipo de Alevines de 15 jugadores,os podeis creer que solo conozco a 2 de los padres,creo que es un caso claro de pasotismo porque muchas veces les veo llegar los arrojan alli como si eso fuese el recreo y les dicen»de aqui a un rato vengo» que menos que hacercarse a conocer a la persona que le dejas tu hijo durante una hora y media y a que se dedica su hijo,no se si tengo la fortuna de que no me atacan o la desgracia de no verlos en la grada animando a sus hijos porque esque no van ni a los partidos,lamentable pero bueno ellos veran que es lo que quieren para sus hijos.

    Saludos

    Responder
    • Juan Díaz
      Juan Díaz Dice:

      Efectivamente, Grimaldos.

      Esa «especie», los padres pasotas, a los que hago alusión en el artículo, es muy común en niños, sobre todo en alevines. Te voy a contar un caso que me pasó entrenando un equipo prebenjamín (6-7 años). Un día llega una madre para ver si su hijo podía entrenar con el equipo. Aunque la competición ya había comenzado le dijimos que sí, que probara en nuestro equipo y que aunque no fuera en el nuestro le buscaríamos un equipo dentro del club donde entrenar. «Suelta» al niño al inicio del entrenamiento y vuelve cuando está a punto de terminar. Hasta ahí bien. Siempre pedimos los datos a los padres pero como no era la primera vez que venía y no sabíamos si iba a volver, ese día no lo hicimos. Al siguiente entrenamiento, cuando llegamos al campo vemos que el niño ya está esperando para entrenar (y eso que los entrenadores somos los primeros en llegar). Sin rastro de la madre. Le preguntamos al niño y nos dice que lo ha dejado ahí y que después vendrán a recogerlo. A los diez minutos de empezar el entrenamiento el niño se encuentra mal, se le baja la tensión y empieza a vomitar. Le atendemos, dentro de nuestros conocimientos, como mejor podemos. No llegamos a llamar a una ambulancia porque varias madres se ofrecieron a estar con él. Termina el entrenamiento y nadie aparece para llevarse al niño. Llega la madre media hora después, diciendo que creía que el entrenamiento terminaba más tarde. Con respecto a su hijo, nos dice que sí, que por la mañana ya se encontraba mal (como si oye llover). Le echamos la bronca y le dijimos que no trajera más al niño, que se dedicara a estar más pendiente de él.
      Imáginate si al niño le ocurre algo. Seguramente la responsabilidad nos caería a los entrenadores y al club.
      Te aconsejo que impliques a los padres. Al inicio de temporada les hago firmar un documento en el que me tienen que hacer constar todos los datos de ellos y de los niños, si el jugador tiene alguna enfermedad que el entrenador deba conocer, quién lo lleva al entrenamiento, etc.

      Responder
  21. Grimaldos
    Grimaldos Dice:

    Pues menos mal que no le paso nada al chaval,esa se hace siempre el problema es que no vienen y me es imposible darle el papel el persona,muchas veces les digo a los chavales que les digan a los padres que vengan y como tu dices compañero(como si oye llover) por raro que parezca me sienta mal por los chavales porque a mi me gustaria que mi padre se interesara por lo que hago y si meto un gol poder mirar los ojos de mi hijo radiantes de felicidad,pero no es asi…

    Saludos

    Responder
  22. Jaume
    Jaume Dice:

    Me resulta gracioso que alguien que incluye en un artículo de esta índole la categoría de «Padres Desfasados» realice un comentario respecto a las madres de los jugadores tan desfasado y machista como el siguiente: «Sin ánimo de generalizar, su comportamiento es parecido al padre entrenador pero sin saber qué es un fuera de juego, un libre indirecto o un interior derecho».
    La verdad es que mientras iba avanzando en la lectura del artículo me parecía cada vez más acertado, pero cuando he leído este párrafo un escalofrío ha recorrido todo mi cuerpo. De hecho, pensaba proponerlo en en club para el que trabajo para repartirlo, pero me parece lamentable dicho apartado.
    Solicito una revisión del artículo lo más rápido posible. Desmerece este magnífico blog sobre fútbol y sus valores.

    Responder
    • Juan Díaz
      Juan Díaz Dice:

      Hola, Jaume.

      Respetando tu opinión, incluso dándote parte de razón, no sé si no has entendido el mensaje o quizás, y me inclino más por ello, no he sabido transmitirlo.
      Efectivamente, puede parecer un comentario machista. Pero no es así.

      El hecho de tener las madres un apartado especial es simplemente porque no las veía en las demás categorías: padres entrenadores, padres segundos entrenadores, gratificadores, representantes, desfasados. Es muy raro ver en este tipo de categorías a las madres. Quizás en las madres pasotas. De hecho en uno de los comentarios hago mención a un caso que me ocurrió con una madre.

      Pero es evidente que las madres tienen un protagonismo especial en el fútbol base. Todo ello se produce a raiz de la incorporación de niños a equipos en edades cada vez más tempranas. Recuerdo que yo empecé a jugar en un equipo a partir de infantiles (12 años) porque no existían categorías inferiores. Este hecho ha producido una avalancha de mujeres en el mundillo «tan acotado» (y entrecomillo acotado para que no saques conclusiones erróneas) del fútbol base.

      Gracias a los clubes todos los niños de cualquier parte de España tienen acceso a la práctica del deporte universal. Y gracias a los padres y, sobre todo a las madres (que los llevan), los niños pueden entrenar y jugar en un equipo. Llevo muchos años entrenando fútbol 7 y te puedo decir que más del 80 % de los niños que van a entrenar es gracias a las madres que los llevan.

      Por tanto, hay que agradecer a las madres todo lo que hacen por sus hijos.

      Pero estarás de acuerdo conmigo que sin ánimo de generalizar (repito, sin ánimo de generalizar) algunas madres tienen un comportamiento inadecuado en un partido de fútbol. Sí, sé que también los padres. Pero te repito que el hecho de tener una categoría distinta a las demás es simplemente porque no quería incluir a las madres en los otros tipos de padres porque nunca he visto las categorías de madres desfasadas, madres gratificadoras, madres representantes ni madres entrenadoras.

      Agradezco que hayas intervenido en el artículo y espero te valga la respuesta que te doy. Y te repito, nunca he querido ofender a alguien que se preocupa de lo mismo que yo. Hacer feliz a un niño.

      Responder
      • Jaume
        Jaume Dice:

        Quizás el que no se ha expresado con precisión he sido yo. Lo que me parece desacertado no es que haya una categoría exclusiva para las madres, sino que se las muestre como ignorantes del juego. Tengo la sensación de que te encuentras en una postura un poco anticuada, algo así como: Está muy bien que las madres lleven a sus hijos a entrenar, que les hagan el bocadillo y que hagan todo lo posible para que sus hijos hagan deporte, pero que no se metan en comentarios futbolísticos ni opinen porque por el hecho de ser eso, madres, desconocen absolutamente el juego, ya no en los aspectos técnicos, sino en las reglas básicas, cosa que no sucede con los padres.

        Responder
        • Juan Díaz
          Juan Díaz Dice:

          Que no, hombre, que no. Que no van por ahí los «tiros». Por mucho que insistas no hay nada machista por mi parte. En absoluto. Claro que hay madres que saben las reglas básicas del juego, al igual que la mayoría de los padres no son «padres entrenadores», por ejemplo. En mi trayectoria de entrenador de fútbol 7 he conocido a cientos de madres y, efectivamente, hay muchas que saben más de fútbol que los padres.
          En el artículo hago referencia a las madres que, a base de voces, aspavientos, insultos y desconocimiento del juego (que, por supuesto, también ocurre en hombres) tienen un protagonismo especial dentro de un terreno de juego. La mayoría de las madres están en el último apartado del artículo.
          Pero no es menos cierto que, en cuanto a conocer las reglas básicas del juego, el porcentaje de hombres supera al de mujeres. Lo mismo te digo que hay más mujeres en el último apartado (verdaderos padres – verdaderas madres) que hombres.

          Y si yo pensara tal y como dices:
          «Está muy bien que las madres lleven a sus hijos a entrenar, que les hagan el bocadillo y que hagan todo lo posible para que sus hijos hagan deporte, pero que no se metan en comentarios futbolísticos ni opinen», ten por seguro que mi artículo no estaría publicado en este blog, ni en otras webs.

          Un saludo, Jaume.

          Responder
    • Juan Díaz
      Juan Díaz Dice:

      Impresionante video, Richi.

      Efectivamente, somos una referencia para nuestros hijos. Esperemos que nuestro comportamiento sea totalmente opuesto al de los padres del video.

      Responder
  23. Cristo
    Cristo Dice:

    Me parece interesante el artículo que publicas y que creo que se ajusta bastante a la realidad, quizás un poco exagerado.

    Si me gustaría que publicaras uno igual de los entrenadores, porque por desgracia en el fútbol base nuestros hijos están en manos de una fauna inmensa de entrenadores quizás y digo quizás que pueden dañar bastante más a los niños, que el elenco de padres que has mencionado.

    Creo que habría que poner foco tambíen en los entrenadores y no sólo en los padres: aquellos que entrenan a niños sin tener titulación adecuada, aquellos que martirizan a niños en el banquillo sin darles opción de jugar, aquellos que ensaltan a determinados niños como si fueran figuras, aquellos que desconocen lo que es un entrenamiento y machacan de forma inmunda a los niños, aquellos que tratan a los niños sin ningún respeto, aquellos tambien desfasados que se quedaron anclados en otras epocas, aquellos que piensan que los niños son profesionales, ……….

    Saludos a todos.

    Responder
  24. Daniel Raul
    Daniel Raul Dice:

    Estimado Profr. Juan Díaz; estoy de acuerdo con sus apreciaciones de los diferentes personajes que suelen inmiscuirse en las actividades deportivas de los hijos, los padres, estos personajes están en todos lados, aquí en México no es la ecepcion, pareciera un fenómeno socio-deportivo que va de la mano con las actividades de iniciación deportiva de nuestros hijos y que se presenta a menudo; pareciera ser en algunos casos que los padres tienden a desfogar sus aficiones, inclinaciones o hasta frustraciones en las actividades deportivas de sus hijos sin darse cuenta que atentan contra el proceso de enseñanza – aprendizaje de la actividad y del propio niño, a tal grado que en vez de encaminarlos de manera objetiva dentro de este proceso, sólo provocan una distorsión o confunden a los niños, sus niños.

    Responder

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