A veces por la condición del juego o de los jugadores, estos últimos suelen realizar una acción activa con balón y permanecer parados observando qué pasa en el partido, sin caer en la cuenta de que su posición estática reduce las posibilidades y soluciones que le estamos dando a nuestros compañeros de dar continuidad al juego en fase ofensiva. Con esta tarea podemos inculcar a nuestros jugadores movilidad constante.
Si un equipo está acostumbrado a mantener la posesión del balón y tiene una pérdida debe estar preparado al cambio rápido de mentalidad para poder volver a recuperar la posesión o defender esa finalización. Con este ejercicio de fútbol es posible trabajar estos aspectos de la transición.
Realizar un partido en espacio reducido con reglas de provocación favorece que se den situaciones para cumplir el objetivo deseado. Es la forma más fácil de conseguir que se reconozcan estas situaciones cuando se presenten en el partido. En este caso, la regla de provocación es la circulación de un lado a otro del espacio para poder anotar gol, de modo que se facilita que se cumpla el objetivo de circulación de balón.
En situaciones donde el oponente se encuentra con las líneas muy juntas, muy replegado y dejando pocos espacios, es fundamental que la circulación de balón se realice a velocidad elevada. Además, buscar situaciones de 1×1 en las zonas exteriores ayuda a superar adversarios y crear desajustes. Con este ejercicio se pretende combinar el juego colectivo en la zona interior y el juego individual en la zona de fuera.
Durante un entrenamiento o partido, el número de decisiones que hay que tomar es directamente proporcional al número de segundos con los que cuenta el encuentro, es decir, cada segundo, cada situación, cada momento, cada espacio libre, cada movimiento del compañero o del rival necesita una reflexión por parte del jugador y una decisión que tomar. Para ello hay que enseñar al jugador a «pensar» y decidir cual es la mejor opción. En este ejercicio se comienza con algo sencillo pero que puede abrir la mente a mas de un jugador para que no mecanice su forma de jugar y si cambie su forma de pensar.
8×8 toma de decisiones en el pase
Nueva colaboración de Pablo Seral (@Pabloseral), en este caso con una tarea para la mejora de la circulación de balón. Se trata de un ejercicio de fútbol dirigido, donde se fomentan las ayudas permanentes y los desmarques de apoyo de los jugadores de forma continua, con el fin de llevar el balón de un lado a otro del campo. Además, el ejercicio puede ser adaptado a cualquier categoría modificando el número de jugadores y el espacio.
La velocidad en el juego se ha incrementado de manera vertiginosa con respecto a los últimos años. El fútbol cada vez exige mayor grado de concentración debido a los continuos cambio de rol que durante el partido se suceden y a los que el jugador debe responder con la mayor velocidad de reacción posible. A través de este tipo de ejercicios fomentamos la movilidad de nuestros jugadores, el concepto de separarse de su rival más próximo para recibir en las mejores condiciones y que esto, le produzca una ventaja a él y a su equipo en el mantenimiento de la posesión del balón. Los comodines o jugadores neutros propician que se den superioridades ofensivas en torno a la posición del balón lo que provocará una mayor exigencia a los jugadores defensores.
La importancia que tiene un buen desmarque a la espalda de la defensa no siempre es observado por los jugadores que permanecen inmóviles ante posibles recepciones del balón en buena posición de ocasión de gol. Para ayudar a tus delanteros a realizar este movimiento correctamente presentamos esta tarea.
Cada vez vemos más equipo que basan su juego en la alta posesión del balón para finalizar sus acciones. Pero además, el número de jugadores que se implica en esta posesión es mayor, incluyendo a los porteros en la mayoría de los casos. Se propone para el entrenamiento de esta faceta, una tarea para mantener la posesión del balón con la participación activa de los porteros.
