Mantener la posesión y en el momento de recuperar finalizar rápido, son dos estilos de juego contrapuestos pero posibles de intercalar en la duración de un partido. Con esta tarea se intenta mejorar las acciones técnico-tácticas necesarias para esas filosofía de juego, además de cambiar rapidamente de estado en las transiciones que se producen.
Ficha 7×7+1+3p en posesión y finalización
Las estadísticas de cómo se consiguen los goles hoy en día están haciendo ver que los equipos tienen dificultades para defender los envíos laterales. Gran parte de los goles que se anotan en juego ofensivo se consiguen de este modo. A continuación se plantea un ejercicio de fútbol para el entrenamiento de la defensa en centros laterales.
En situaciones donde el oponente se encuentra con las líneas muy juntas, muy replegado y dejando pocos espacios, es fundamental que la circulación de balón se realice a velocidad elevada. Además, buscar situaciones de 1×1 en las zonas exteriores ayuda a superar adversarios y crear desajustes. Con este ejercicio se pretende combinar el juego colectivo en la zona interior y el juego individual en la zona de fuera.
En esta falta se hace algo bastante inusual. Se aprovecha la posición de los jugadores atacantes colocados junto a la barrera, lugar donde normalmente se sitúan para quitar visión al portero y/o desplazarla hacia fuera para dejar un hueco libre al lanzamiento. Normalmente en las faltas frontales se realiza un tiro a portería. Pero como vemos a continuación, son muchas las posibilidades y las variantes que se pueden desarrollar.
MOVIMIENTO 1 (LÍNEA BLANCA). El jugador colocado junto al lanzador se desplaza hacia el lado derecho para que el rival libre colocado cerca de la barrera esté pendiente de él y no pueda ir a bloquear el tiro final. Mientras, el atacante que está pegado a la barrera, evitará con el cuerpo que puedan acercarse al compañero que va a recibir el pase.
MOVIMIENTO 2 (LÍNEAS NARANJAS). Se realiza un saque raso de la falta. El jugador que lo haga deberá coger algo de distancia respecto al balón, para simular y hacer creíble que hará un tiro directo a portería.
MOVIMIENTO 3 (LÍNEA VERDE). Antes del pase, el jugador que lo recibe deberá abrirse un poco para poder tener espacio y realizar la siguiente devolución eficazmente y a un solo toque.
MOVIMIENTO 4 – TIRO (LÍNEA AZUL). El rematador, deberá iniciar la carrera en el momento que el balón se ponga en juego. El movimiento deberá ser rápido, pero sin perder de vista el balón, ya que el tiempo para finalizar es extremadamente corto antes de que pueda ser bloqueado.
Durante un entrenamiento o partido, el número de decisiones que hay que tomar es directamente proporcional al número de segundos con los que cuenta el encuentro, es decir, cada segundo, cada situación, cada momento, cada espacio libre, cada movimiento del compañero o del rival necesita una reflexión por parte del jugador y una decisión que tomar. Para ello hay que enseñar al jugador a «pensar» y decidir cual es la mejor opción. En este ejercicio se comienza con algo sencillo pero que puede abrir la mente a mas de un jugador para que no mecanice su forma de jugar y si cambie su forma de pensar.
8×8 toma de decisiones en el pase
En esta acción a balón parado, se acumulan jugadores en el primer palo para hacer creer a su rival que el lanzador enviaría directamente a portería o que realizaría un centro a esa zona. Como consecuencia, el equipo defensor deja a un único hombre pendiente de los dos jugadores que había en zona de rechace, que es finalmente donde llega el balón. Cuando los jugadores cercanos a portería se percatan de la situación y salen a bloquear, el balón está muy cerca del receptor.
MOVIMIENTO 1 – PREPARACIÓN(LÍNEAS BLANCAS). Los dos jugadores situados cerca del punto de penal, acuden antes del lanzamiento de la falta hacia el primer y segundo palo respectivamente, dejando la zona centro del área totalmente libre, arrastrando a sus posibles marcadores y haciendo que estén a más distancia del jugador que realizaría el tiro, impidiéndoles llegar a tiempo de bloquearlo.
MOVIMIENTO 2 – CENTRO (LÍNEA NARANJA). En el saque de la falta es de vital importancia que el lanzador sea diestro, haciendo creer a la defensa que será un centro cerrado al primer palo. Con un zurdo es más fácil que el equipo defensor adivine las intenciones.
MOVIMIENTO 3 – TIRO (LÍNEA VERDE). Como podemos comprobar en el video, la actitud del receptor (Saúl Berjón) con las manos en la cintura y manteniéndose inmóvil en zona de rechace, es otra de las claves para no levantar sospechas de que el lanzamiento irá hacia allí. Empieza la carrera en el momento exacto en que el balón sale de la bota del lanzador.
La técnica de los jugadores y su capacidad para entender el juego es una característica que está creciendo de forma exponencial en los últimos tiempos. Estas habilidades permiten a los jugadores maniobrar en pequeños espacios, en poco tiempo y con un alto grado de efectividad. Para evitar que este tipo de acciones proliferen en el rival, es fundamental mantener una distancia pequeña entre líneas que favorezca el acoso, el marcaje y la presión sobre el rival. Para entrenar estos aspectos, se propone la tarea siguiente.
¿Cuántas veces hemos visto a padres gritando en la grada por el fallo de un hijo? Es tiempo de Carnaval y os dejamos a continuación este video de la Comparsa Los Profanos donde cuenta una realidad que se vive en el día a día. Simplemente vean…
A continuación tenemos otra colaboración de Kike Fernández (@kikecoach). Tras el éxito del artículo ¡Será tonto el “tío” este que no saca a mi hijo!, ¡Pepe dile que te saque ya! llega otro artículo titulado «¡Cómo falles otra vez, te cambio!
Desde La Libreta del Mister damos las gracias a Kike por la colaboración y esperamos que disfruten del artículo.
¡Como falles otra vez, te cambio!
¿Cuántas veces hemos oído esta frase en un campo de fútbol 7?
Bajo mi punto de vista ya sea con el rol de entrenador que quiere sacar los mejores resultados y que también vive partidos igualados, lo veo muy mal, sobre todo en el deporte de base, donde nuestro cometido es formar personas seguras de sí mismas y con suerte, futuros deportistas de élite, no chicos inseguros e infelices por miedo al error antes de que se produzca, y miedo al castigo ya sea físico o psicológico, hay que quitarle importancia al error en sí y trabajar en no repetirlo.
¿Habéis tenido alguna vez un jugador con el llamado «gen competitivo»?
Es una gozada entrenar a chicos o chicas así y compartir con ellos una o varias temporadas, los ves que mantienen la calma, que le resbala todo lo que pase en el terreno de juego, que controla normalmente la situación (insultos, provocaciones, errores arbitrales), que es capaz de fallar varias acciones consecutivas, y no cambia esa cara de «la próxima la meto» y cuando vuelve a tener la ocasión en vez de arrugarse, le tira un regate o un taconazo a su rival, lo ves como corre por el campo como un «mariscal de campo» , con la cabeza alta y seguro de sí mismo, con una confianza infranqueable, que lucha hasta el final siempre, sea cual sea el resultado y sea cual sea su actuación ese día.
Yo si he tenido la suerte de tenerlos y en el deporte de formación, chicos de 13/14 años que no se arrugan, inventan, crean en los momentos más ajustados, que fallan muchas veces por supuesto y a pesar de ello arriesgan aunque se jueguen ganar o perder el partido y ser «culpables» de ello, pero ves que van creciendo semana a semana, el error no les paraliza, les activa y desafía.
¿Se nace con el gen o se aprende?
Todo influye en la construcción de creencias y de la autoconfianza, lo que tienen estos niños es una autoconfianza plena, fundamentada en una muy buena educación tanto en casa como en el deporte, desde bien pequeños, la genética y como les hablen sus padres en los primeros años de vida les influye, padres que ni dejan que vuelen y dejen de tocar los pies en el suelo, para no acabar pasando de la confianza a la sobradez, ni que caigan y pierdan su autoestima comparándose con los demás, sino que les enseñan a estar en un lugar optimo, a ser humildes pese a los éxitos, y resilientes en los fracasos, a motivarles para que siempre busquen mejorar, en esto los entrenadores que no castigan el error ayudan mucho.
“La autoestima, plenamente consumada, es la experiencia fundamental de que podemos llevar una vida significativa y cumplir sus exigencias»
«La confianza en nuestra capacidad de pensar, en nuestra capacidad de enfrentarnos a los desafíos básicos de la vida»
«La confianza en nuestro derecho a triunfar y a ser felices; el sentimiento de ser respetables, de ser dignos, y de tener derecho a afirmar nuestras necesidades y carencias, a alcanzar nuestros principios morales y a gozar del fruto de nuestros esfuerzos.”
Nathaniel Branden
¿Cómo se construye?
Desde niños/as como he comentado anteriormente nuestro entorno nos va enviando mensajes que influyen en nuestra propia percepción y en la de nuestras experiencias, tanto en casa, como en el colegio como en el deporte, nuestros educadores son fundamentales, todos ellos pueden influir negativamente o positivamente según el mensaje que nos transmitan, es este articulo nos centraremos en el deportista, los padres o entrenadores no podemos idolatrar a un niño diciéndole que todo lo hace bien, ni que todo lo hace mal, tenemos que ser consecuentes y justos con nuestras acciones, fomentando una buena actitud tanto en la victoria como en la derrota, focalizando su éxito en el rendimiento y actitud que han dado, no en el resultado ni en los goles que ha conseguido.
En el tema que nos ocupa los mensajes de, ¡si fallas te cambio!, ¡si se te escapa el balón, te pones a correr! son mensajes que condicionan al niño- jugador en su autoestima y autoconfianza, al igual que el gritar por gritar, como entrenador yo quiero jugadores que se atrevan, que asuman los errores sin poner excusas, que sean creativos e inventen en la competición, que sean conscientes de lo que hacen mal y lo que hacen bien, pero para ello tengo que darle confianza y un margen de error, tengo que enseñarle porque a fallado y como tiene que hacer la próxima vez para no hacerlo, no gritarle y cambiarlo sin explicarle nada, enseñarles que todo su esfuerzo no depende de que entre o no el balón en una acción sino que su trabajo ha sido bueno al tener buena actitud, que el éxito no depende del resultado sino de cómo interprete el mismo, en definitiva quiero que formemos a ganadores, jugadores que den siempre todo lo que sepan y puedan, que sean protagonistas y lleven la iniciativa, no que vayan a remolque de los demás y que disfruten si ganan de su esfuerzo al igual que si pierden reconociendo la superioridad del contrario, acabo con un pequeño decálogo para construir una buena autoestima, y espero que poco a poco cada vez seamos más entrenadores que trabajemos la nuestra y la de nuestros chicos o chicas.
La buena autoestima (Enrique Rojas)
Kike Fernandez (@kikecoach)
