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Artículo. Canalizar el egoísmo del futbolista

A continuación, os presentamos una colaboración de Juan Miguel Bernat, la primera de una serie de 5. Juan es Coach Deportivo de varios jugadores de la 1ª División española, uno de ellos internacional absoluto por España, así como de jugadores de baloncesto ACB y de varios jugadores y entrenadores de categorías inferiores del futbol español. Es miembro de AECODE (Asociación Española de Coaching Deportivo). También imparte clases de Equipos de Alto Rendimiento en la Universidad Pontificia de Comillas.

Desde La Libreta del Mister queremos agradecer esta colaboración y esperamos que la disfruten.

CANALIZAR EL EGOISMO DEL FUTBOLISTA

Cualquier jugador que juega en un equipo, como no puede ser de otra forma, tiene su propia personalidad, sus propios valores, sus propios objetivos.

El egoísmo del futbolista es natural y necesario, pero hay que canalizarlo para que no se convierta en una fuerza contraria al bien común, al interés del equipo. El equipo ha de ser el vehículo que satisfaga ese egoísmo, y el entrenador se debe asegurar de que así sea si quiere tener a toda la plantilla involucrada.

Todas las teorías psicológicas de la evolución de los grupos nos hablan de que un equipo bien definido es algo mucho mayor que la suma de las partes, que la suma de cada jugador. Es un ente con vida propia, con su propia personalidad, sus objetivos, sus valores, sus cualidades. Todo ello fruto de la combinación de los valores, cualidades y objetivos de los miembros que lo integran. Pero ojo, esa combinación no es aditiva, sino que sigue una regla combinatoria de carácter interactivo. Es decir, las características del equipo en una determinada cualidad no resultan de sumar esa cualidad en cada uno de los miembros y hacer la media, sino que resulta de meter en una cocktelera las diversas cualidades, y combinarlas para crear algo totalmente nuevo. Si el cocktel sale bien, la suma de 1 + 1 puede ser 4 en lugar de 2, pero si sale mal, puede ser 1 + 1 = 0,5.

A mí, en los equipos en los que trabajo, me gusta decir que el equipo es un jugador más, el jugador número 23 y suelo llevar conmigo una réplica a tamaño real de Michael Jordan.

Entre todos los miembros del equipo creamos a ese jugador 23, queramos o no. Y lo que podemos hacer es dejar sus cualidades, sus valores, su personalidad… al azar, o crearlos de forma consciente y de manera que nos identifique a todos.

El jugador 23 debe ser el prototipo del equipo. Todos deben estar identificados con él. Por eso, es importantísimo dedicar unas horas en pretemporada a definir entre todos como queremos que sea ese jugador 23. Definir sus valores, definir sus metas y asegurarnos de que ambas variables están alineadas con los valores y metas del resto de los miembros del equipo. Una vez definido, el objetivo de todo jugador debe ser desvivirse por ese jugador, tratarlo bien, amarlo, ayudarlo. Conseguir que ese jugador sea imparable. Así también lo serán ellos. Si el jugador 23 está fuerte y con ganas, todos están fuertes y con ganas. El futbol, como ya dijo un famoso entrenador, es un estado de ánimo.

Ese jugador número 23 debe ser el ídolo del vestuario, el líder absoluto, aquel por el que todos se desviven. Todos los jugadores deben de sentirse totalmente identificados con este jugador 23. Y si no se sienten identificados con él, será porque el equipo no está bien formado; porque si lo está, los valores, objetivos y personalidad de este jugador 23 estarán completamente alineados con los de cualquier miembro del equipo.

Así pues, entrenadores, os animo a invertir tiempo en formar, ayudar y educar a este jugador 23. No dejéis que se desarrolle sólo. Dirigir la gestación haciendo participes a todos los jugadores y cuerpo técnico.

Juan Miguel Bernat
@juanbernatcoach

¡Papá, no me des gritos si fallo!

¿Cuántas veces hemos visto a padres gritando en la grada por el fallo de un hijo? Es tiempo de Carnaval y os dejamos a continuación este video de la Comparsa Los Profanos donde cuenta una realidad que se vive en el día a día. Simplemente vean…

¡Como falles otra vez, te cambio!

A continuación tenemos otra colaboración de Kike Fernández (@kikecoach). Tras el éxito del artículo ¡Será tonto el “tío” este que no saca a mi hijo!,  ¡Pepe dile que te saque ya! llega otro artículo titulado «¡Cómo falles otra vez, te cambio!

Desde La Libreta del Mister damos las gracias a Kike por la colaboración y esperamos que disfruten del artículo.

¡Como falles otra vez, te cambio!

¿Cuántas veces hemos oído esta frase en un campo de fútbol 7?

Bajo mi punto de vista ya sea con el rol de entrenador que quiere sacar los mejores resultados y que también vive partidos igualados, lo veo muy mal, sobre todo en el deporte de base, donde nuestro cometido es formar personas seguras de sí mismas y con suerte, futuros deportistas de élite, no chicos inseguros e infelices por miedo al error antes de que se produzca, y miedo al castigo ya sea físico o psicológico, hay que quitarle importancia al error en sí y trabajar en no repetirlo.

¿Habéis tenido alguna vez un jugador con el llamado «gen competitivo»?

Es una gozada entrenar a chicos o chicas así y compartir con ellos una o varias temporadas, los ves que mantienen la calma, que le resbala todo lo que pase en el terreno de juego, que controla normalmente la situación (insultos, provocaciones, errores arbitrales), que es capaz de fallar varias acciones consecutivas, y no cambia esa cara de «la próxima la meto» y cuando vuelve a tener la ocasión en vez de arrugarse, le tira un regate o un taconazo a su rival, lo ves como corre por el campo como un «mariscal de campo» , con la cabeza alta y seguro de sí mismo, con una confianza infranqueable, que lucha hasta el final siempre, sea cual sea el resultado y sea cual sea su actuación ese día.

Yo si he tenido la suerte de tenerlos y en el deporte de formación, chicos de 13/14 años que no se arrugan, inventan, crean en los momentos más ajustados, que fallan muchas veces por supuesto y a pesar de ello arriesgan aunque se jueguen ganar o perder el partido y ser «culpables» de ello, pero ves que van creciendo semana a semana, el error no les paraliza, les activa y desafía.

¿Se nace con el gen o se aprende?

Todo influye en la construcción de creencias y de la autoconfianza, lo que tienen estos niños es una autoconfianza plena, fundamentada en una muy buena educación tanto en casa como en el deporte, desde bien pequeños, la genética y como les hablen sus padres en los primeros años de vida les influye, padres que ni dejan que vuelen y dejen de tocar los pies en el suelo, para no acabar pasando de la confianza a la sobradez, ni que caigan y pierdan su autoestima comparándose con los demás, sino que les enseñan a estar en un lugar optimo, a ser humildes pese a los éxitos, y resilientes en los fracasos, a motivarles para que siempre busquen mejorar, en esto los entrenadores que no castigan el error  ayudan mucho.

“La autoestima, plenamente consumada, es la experiencia fundamental de que podemos llevar una vida significativa y cumplir sus exigencias»

«La confianza en nuestra capacidad de pensar, en nuestra capacidad de enfrentarnos a los desafíos básicos de la vida»

«La confianza en nuestro derecho a triunfar y a ser felices; el sentimiento de ser respetables, de ser dignos, y de tener derecho a afirmar nuestras necesidades y carencias, a alcanzar nuestros principios morales y a gozar del fruto de nuestros esfuerzos.”

Nathaniel Branden

¿Cómo se construye?

Desde niños/as como he comentado anteriormente nuestro entorno nos va enviando mensajes que influyen en nuestra propia percepción y en la de nuestras experiencias, tanto en casa, como en el colegio como en el deporte, nuestros educadores son fundamentales, todos ellos pueden influir negativamente o positivamente según el mensaje que nos transmitan, es este articulo nos centraremos en el deportista, los padres o entrenadores no podemos idolatrar a un niño diciéndole que todo lo hace bien, ni que todo lo hace mal, tenemos que ser consecuentes y justos con nuestras acciones, fomentando una buena actitud tanto en la victoria como en la derrota, focalizando su éxito en el rendimiento y actitud que han dado, no en el resultado ni en los goles que ha conseguido.

En el tema que nos ocupa los mensajes de, ¡si fallas te cambio!, ¡si se te escapa el balón, te pones a correr! son  mensajes que condicionan al niño- jugador en su autoestima y autoconfianza, al igual que el gritar por gritar, como entrenador yo quiero jugadores que se atrevan, que asuman los errores sin poner excusas, que sean creativos e inventen en la competición, que sean conscientes de lo que hacen mal y lo que hacen bien, pero para ello tengo que darle confianza y un margen de error, tengo que enseñarle porque a fallado y como tiene que hacer la próxima vez para no hacerlo, no gritarle y cambiarlo sin explicarle nada, enseñarles que todo su esfuerzo no depende de que entre o no el balón en una acción sino que su trabajo ha sido bueno al tener buena actitud, que el éxito no depende del resultado sino de cómo interprete el mismo, en definitiva quiero que formemos a ganadores, jugadores que den siempre todo lo que sepan y puedan, que sean protagonistas y lleven la iniciativa, no que vayan a remolque de los demás y que disfruten si ganan de su esfuerzo al igual que si pierden reconociendo la superioridad del contrario, acabo con un pequeño decálogo para construir una buena autoestima, y espero que poco a poco cada vez seamos más entrenadores que trabajemos la nuestra y la de nuestros chicos o chicas.

La buena autoestima (Enrique Rojas)

  1. El juicio personal
  2. La aceptación de un@ mismo
  3. El aspecto físico
  4. El patrimonio psicológico
  5. El entorno socio-cultural
  6. El trabajo
  7. Evitar la envidia o compararse con los demás
  8. Desarrollar empatía
  9. Hacer algo positivo por los demás

Kike Fernandez (@kikecoach)

¡Será tonto el “tío” este que no saca a mi hijo!, ¡Pepe dile que te saque ya!

A continuación tenemos una colaboración de Kike Fernández (@kikecoach). Kike es Coach Deportivo Profesional, formado y certificado por Florida Universitaria y certificado por APROCORM (Asociación de Profesionales del Coaching de la Región de Murcia) de la que es miembro. Igualmente es miembro de AECODE (Asociación Española de Coaching Deportivo). Actualmente es Entrenador de Balonmano Nivel 2, deporte con gran transferencia al fútbol, y el Director Técnico de las Escuelas CAB Cartagena. Desde La Libreta del Mister damos las gracias a Kike por la colaboración y esperamos que disfruten del artículo.

¡Será tonto el “tío” este que no saca a mi hijo!,  ¡Pepe dile que te saque ya!

Que padre no ha oído algo así estando en la grada, es duro oírlo sobre todo si tu hijo está en el campo en ese momento y lo merece igual que otro, ¿no?

En el terreno de juego solo pueden estar 11 jugadores y posiblemente 3 más, si hay cambios, como padres hay dos formas de enfocarlo y dos grupos de padres:

PADRES GENEROSOS

  • Participan desinteresadamente ayudando y apoyando al entrenador.
  • Enfocan las decisiones técnicas y disciplinarias siendo justos y coherentes.
  • Conocen a su hijo y saben de su rol en el equipo, le apoyan positivamente para que mejore.
  • No hablan nunca mal ni de sus compañeros y ni del entrenador.
  • Sienten ser parte importante del equipo e intentan crear un entorno agradable, poniendo los granitos de arena necesarios.
  • Transmiten a su hijo valores como, la cultura del esfuerzo, la humildad para aceptar su rol, la fuerza y la perseverancia para que trabaje cada día y se gane sus minutos, y la empatía para entender al entrenador, sus razones.
  • Asiste siempre que puede a los entrenamientos y partidos para facilitar el desarrollo grupal y así entender mejor las decisiones.

Con lo cual consiguen que sus hijos jueguen con menos presión y disfruten de cada momento.

PADRES EGOISTAS

  • Creen que su hijo es una estrella, infravalorando al resto.
  • Saben más que el entrenador.
  • No dudan en machacarlo si su hijo no juega y les exigen explicaciones o peor hacen que sus hijos las exijan.
  • No saben aceptar el rol que tiene su hijo, al llegar a casa sus mensajes son resultadistas y negativos respecto al entorno.

Fomentan en sus hijos nervios y ansiedad, con lo que dificultan su desarrollo y le perjudican en sus relaciones con el grupo, esto repercute en el buen desarrollo del equipo y de sus objetivos.

Seguro que hay mil cosas que podría decir en cada uno de los dos casos, entiendo y sé que hay muchos entrenadores que no están preparados para gestionar un grupo, para formar a jugadores en valores y en aspectos técnico tácticos, pero también sé que cada vez hay menos así y son mayoría los entrenadores con muy buena preparación, más clubes con coachs o psicólogos apoyándolos, el entrenador tiene una responsabilidad grandísima desde el momento en que acepta hacerse cargo de un equipo de base y tiene el “derecho asertivo y humano” de equivocarse como toda persona, de tener su criterio y de elegir según ese criterio su forma de jugar, con quien cuenta, y en qué momento etc..

“Lo que yo necesitaba hacer era abrir mi corazón y tratar de entender la situación desde su punto de vista” Phil Jackson.

¿Quién compone el equipo de base?

Según mi experiencia como padre, entrenador y coach, mi equipo ideal se compone de los siguientes miembros:

JUGADOR + ENTRENADOR + PADRES + CLUB = EQUIPO DE BASE CAMPEÓN

  • JUGADOR se dedica a disfrutar del futbol y trabaja cada día para mejorar, acepta su rol dentro del equipo, y lo toma como punto de partida de una mejora continua, es positivo se apoya en sus fortalezas.
  • ENTRENADOR es un entusiasta que sabe transmitir sus ideas y motivaciones al grupo para que las hagan suyas, es coherente, justo y un líder efectivo, educador ante todo siendo ejemplo en todo lo que hace para sus chicos.
  • PADRES saben estar a la altura y apoyan positivamente a sus hijos y al entrenador, están para ayudar y para crear un entorno de cordialidad entre todas las partes.
  • CLUB apoya a su entrenador, no se deja intimidar por los padres egoístas y se ocupa de la logística y de la ayuda a cualquier tema que pueda surgir.

¿UTOPIA?

¡No!, posiblemente sea muy complicado que todos se entiendan, pero imposible por supuesto que no, todo empieza en la pretemporada y con dialogo, entre entrenador y jugadores, entrenador y padre, club y entrenador, club y padres.

Dialogo para marcar objetivos y su plan de acción para conseguirlos, objetivos de cada una de las partes, deben de ser de rendimiento, aprendizaje y desarrollo técnico táctico, físico, y mental- emocional del futbolista que recordamos esta en formación, objetivos ecológicos individuales dentro de los comunes.

¿CÓMO LO HACEMOS?

Siendo transparentes y reuniendo a todas las partes, a veces requiere de mucho esfuerzo y más si no hay costumbre, pero en ningún momento dije que sería fácil, hay que tener ganas de trabajar y transmitir mucho entusiasmo, tanto cuando estemos bien como cuando tengamos esos días malos, generar sensación de pertenencia y de que todos somos importantes y formamos parte de este equipo desde su perspectiva y rol asignado.

Crear un equipo en el cual la generosidad sea la principal fuerza impulsora, es un gran proyecto. Buenos equipos se convierten en grandes equipos cuando sus miembros confían reciprocamente lo suficiente para reemplazar el yo por el nosotros. El poder del NOSOTROS es más fuerte que el poder del YO.

«Phil Jackson»

¿CÓMO DEFINIMOS OBJETIVOS MOTIVANTES?

VISION FASCINATE (Una visión que nos motive realmente que sea un reto importante que nos active)

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CLARIDAD DE OBJETIVOS (OBJETIVOS INTREPIDOS) (Objetivos claros más a corto plazo y con fechas de caducidad)

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CREAR UN ENTORNO DE SOPORTE (Mejorar lo que haga falta del entorno para facilitar el desarrollo de nuestro trabajo)

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PAGAR EL PRECIO (pagar el precio necesario, adelantar trabajo en los estudios, aguantar en el banquillo cuando toque, entrenar al 100%, ser empático y generoso)

Cada uno de los 4 pasos deben de aplicarlos y llevarlos a su terreno tanto jugadores, entrenadores, como padres y club, todo esto mejorara la comunicación y habrá mejor entendimiento entre todas las partes, con lo cual se dirán menos barbaridades por parte de todos y nuestros chicos/ as disfrutaran jugando al futbol que es la primera razón por la que sacrifican tanto.

“Lo importante no es ganar de cualquier manera, es saber ganar de la mejor manera”

Pizarra tactica personalida de futbol TactB.com