Los Incentivos en el fútbol

Si fuerais los altos directivos de un importante equipo de fútbol… ¿cómo debería ser el sistema de incentivos para los jugadores del club? En particular ¿Cómo debería ser el esquema retributivo? ¿En qué medida se le debe retribuir de forma variable? ¿Qué variable(s) se debería(n) usar? ¿Con qué peso? ¿Debería haber diferencias entre jugadores que ocupan habitualmente diferentes posiciones, o jugadores de diferente edad? ¿Cómo deberían de gestionarse los incentivos implícitos?

Respondiendo a todas estas preguntas, Coral Gil del Barrio, Carolina Fernández Matesanz y Airam Gonzalez San Fiel, han analizado el rol que juegan los incentivos en el desarrollo y organización de un equipo de fútbol. Un documento interesante para que aquellos entrenadores que puedan gestionarlos los conozcan y los apliquen en sus equipos.

Damos las gracias a estos tres estudiantes por su colaboración.

LOS INCENTIVOS EN EL MUNDO DEL FÚTBOL

A lo largo de este documento analizaremos el papel que juegan los incentivos en un equipo de fútbol. Para ello hemos contactado con  diferentes personalidades de este ámbito (Directores Deportivos, entrenadores y futbolistas, entre otros).

El objeto de nuestro estudio se ha centrado en observar los incentivos tanto explícitos (primas, cláusulas…) como implícitos (carrera profesional, ascenso de categoría,…) que podemos encontrar en las diferentes categorías del fútbol español.

A continuación describiremos las características de estos incentivos a partir de varios clubs que nos servirán como ejemplo de cada una de las mencionadas categorías. No obstante, debemos tener en cuenta que nos encontramos en un entorno muy relativo, ya  que la intensidad de los incentivos, sobre todo explícitos, dependerá del presupuesto del club, su cultura y filosofía, sus aspiraciones, y un largo etcétera.

Fútbol Preferente

En el fútbol preferente cabe destacar que las diferencias presupuestarias entre clubs son mucho menos relevantes que en las categorías superiores, por lo que cualquier club puede ser un buen ejemplo a analizar.

En los ejemplos analizados el salario es fijo e igual para toda la plantilla. La única variante que podemos encontrar es que algunos jugadores reciben una ayuda para costear la gasolina si tienen que desplazarse para entrenar. La retribución en esta categoría puede oscilar entre los cero y los 300€ aproximadamente dependiendo de la entidad. No suelen existir primas por objetivos individuales ni colectivos. Esto conduce a que no exista demasiada motivación en el futbolista distinta de la intrínseca, es decir, la motivación que genera el jugar en sí mismo.

Tercera División Nacional

Una vez alcanzado este nivel suele aparecer la parte variable en el salario del deportista. La parte fija depende de la experiencia y del nivel del jugador. A esto se le añade una parte variable en función de si se alcanzan o no diferentes objetivos tanto individuales como a nivel de equipo.

A nivel individual: alcanzar un determinado número de partidos puede suponer la renovación automática del contrato una temporada más y/o una modificación en la estructura salarial. También podemos encontrarnos con objetivos por puesto, por ejemplo: goles anotados para los jugadores ofensivos o mantener la portería a cero para los defensivos.

A nivel grupal, las primas van relacionadas con los intereses del club, ya sea la permanencia o el ascenso de categoría. Estas primas pueden ser por consecución final del objetivo o por objetivos intermedios (partidos ganados, racha de estos…).

En general, en Tercera División, al tratarse de competición nacional, los clubs cuentan con mayores facilidades de financiación, y por tanto mayor presupuesto. Esto se debe a una mayor asistencia de público, mejores subvenciones y patrocinadores, etcétera.

Segunda División B

Llegados al nivel semi-profesional, nos gustaría diferenciar tres grandes tipos de clubs que podemos encontrar en esta competición. Son los siguientes:

Clubs recién ascendidos y clubs asentados en esta categoría, que en su mayoría tienen un sistema de retribución muy similar a los de tercera, únicamente con un incremento presupuestario. Pero como hemos comentado al inicio, cada club es diferente. Un claro ejemplo es un recién ascendido que ha colaborado con nuestro estudio, el cual ha mantenido siempre el mismo sistema salarial. Esta entidad no ofrece ningún tipo de primas a sus jugadores. Pero entonces ¿Cómo una plantilla sin primas consigue un ascenso de categoría? Esto se debe a la confianza que transmite el club, que en lugar de prometer primas estratosféricas se limita a asegurar al futbolista una cantidad fija que recibirá en diez mensualidades. Esto, unido a los incentivos implícitos que acompañan al ascenso, es lo que hace posible que se den situaciones como esta.

Un ejemplo dispar lo protagoniza otro de nuestros colaboradores, donde las primas individuales sólo se hacen efectivas si los objetivos grupales se cumplen a final de temporada. La explicación se debe a la mentalidad de la Junta Directiva, la cual considera que no es eficiente fijar primas cortoplacistas, puesto que opinan que con ellas se pierde la visión global. En cambio, esto aumenta el riesgo percibido por los jugadores, ya que su paga es bastante más incierta.

Filiales. La peculiaridad de la mayoría de los filiales analizados estriba en la ausencia de primas globales. Se consiguen primas individuales por cada partido jugado (entendido como un mínimo de 45 minutos disputados), por bloque de 5 goles anotados, renovación automática en caso de ascenso, entre otras.

En cuanto a cláusulas, nos gustaría destacar la que en caso de descenso de categoría libera al jugador del contrato en vigor y la de rescisión de contrato, que establece la cantidad a abonar en caso de finalizar este antes de su vencimiento.

El problema de este sistema es que tener exclusivamente primas individuales puede conllevar a acciones no deseadas, como el sabotaje entre miembros de la plantilla o la poca implicación en los objetivos grupales. En cambio, este sistema se ve respaldado por el fin del equipo filial, que no es otro que proporcionar buenos jugadores al primer equipo. Y en lo que al jugador respecta, esta falta de primas globales se ve compensada por los incentivos implícitos que supone jugar en un filial (posibilidad de ser fichado por otro club, posibilidad de carrera profesional en el primer equipo, jugar en las categorías inferiores de la Selección Nacional, etc).

Grandes clubs recién descendidos.Al tratarse de clubs que siempre han militado en categorías superiores, sus estructuras de pago continúan siendo muy similares a las del fútbol profesional, las cuales explicaremos a continuación.

Ligas de Fútbol Profesional (LFP): Primera y Segunda División

El primer dato a tener en cuenta es que en las categorías profesionales las diferencias presupuestarias y por tanto, entre clubs, son más notables, lo que hace diferir enormemente un contrato de otro, aun dentro del mismo equipo. A pesar de este motivo, tras hablar con especialistas de diferentes equipos, como son el Sevilla FC, Getafe CF, RC Deportivo de La Coruña, Real Sociedad y CD Tenerife, todos tienen en común ciertos aspectos que comentaremos a continuación.

Existen primas individuales y por puesto, así como colectivas, de las cuales podemos señalar: prima por gol o grupo de estos, por mantener la portería a cero, por punto conseguido, por pasar de ronda en las diferentes competiciones (Copa de S.M. el Rey, Champions, Europa League), por puesto clasificatorio conseguido, por partido de rivalidad ganado, incluyendo, como no, todas las primas y cláusulas mencionadas en las categorías anteriores.

El sistema ideal

En primer lugar, todo sistema de incentivos debe estar supeditado al presupuesto del club, tanto para asegurar la paga final al deportista como para no generar una deuda impagable. Varios son los clubs que actualmente están teniendo graves problemas económicos, sin ir más lejos el RC Deportivo de la Coruña, al que la Agencia Tributaria ha embargado todos los ingresos de la presente temporada, o algunos clubs de Primera y Segunda división que aún deben a sus futbolistas cantidades de la pasada campaña. Pero no sólo es grave el problema financiero, igual o más importante es la pérdida de reputación del club de cara a jugadores, técnicos, representantes… lo que haría mucho más difícil la credibilidad de nuevos sistemas de incentivos en el futuro.

Por otra parte, la mayoría de nuestros colaboradores coincidían en un dato relevante “Las primas individuales generan muchísimos problemas”, nos decía una de nuestras fuentes. Y es cierto, las primas individuales son muy difíciles de gestionar, ya que pueden hacer olvidar la idea de equipo y los objetivos comunes, e incluso conducir al sabotaje entre compañeros.

Para terminar, hay que tener en cuenta el momento en que se realiza el pago de las primas, puesto que ignorar este aspecto podría influir significativamente en la actitud de los jugadores ante la consecución de las metas marcadas.

A modo de conclusión, consideramos que para establecer un sistema de incentivos ideal debemos tener siempre presente el presupuesto disponible y someternos a este. Para asignar la parte fija pediríamos al entrenador que clasificase a los jugadores en 4-5 grupos atendiendo a su calidad, y cada grupo tendría un salario fijo diferente. Esto nos ayuda a homogeneizar la paga y que no existan grandes diferencias salariales entre jugadores similares.

En cuanto a la parte variable, somos partidarios de utilizar únicamente primas colectivas, consensuadas entre la Junta Directiva, el entrenador y los capitanes de la plantilla. Respecto al momento de hacerlas efectivas, aconsejamos la mayor brevedad posible una vez conseguido el objetivo. Con esto pretendemos maximizar el adoctrinamiento de los jugadores y aumentar la motivación ofreciendo el refuerzo positivo inmediatamente después de haberlo alcanzado y reduciendo el riesgo.