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Artículo. ¿Por qué a veces en mitad de un partido se nos va la cabeza?

Tercer artículo de la serie enviada por el coach Juan Bernat. Disfrútenlo.

¿POR QUÉ A VECES EN MITAD DE UN PARTIDO SE NOS VA LA CABEZA?

Para poder hacer uso de la capacidad de autocontrol, necesitamos recurrir a una zona del cerebro llamada corteza prefrontal ventrolateral y que yo, coloquialmente, llamo “el freno de mano”. La capacidad de autocontrol la tenemos todos, pero hay varios factores que nos boicotean y provocan que, en momentos puntuales, ese freno de mano no funcione bien.

  1. El nivel de activación. Si nuestro nivel de activación es muy elevado y estamos excesivamente nerviosos o ansiosos, puede ocurrir que una cosa que hay en los 2 hemisferios del cerebro y que se llama amígdala tome el control total del cerebro. En ese caso lo que pasa es que desconecta la corteza prefrontal (la que utilizamos para pensar fríamente y en la que se encuentra el “freno de mano”) y nos transforma en animales de impulsos (lucha o huye). Reacciones primarias. Está desconexión se produce sobre todo en 2 situaciones: miedo o ira extrema. Así pues, si estas cabreado con el árbitro o, por alguna razón te sientes amenazado y tienes miedo, existen más probabilidades de que se te vaya la cabeza.
  2. El desgaste. La corteza prefrontal (lugar en el que se encuentra el “freno de mano”), necesita mucha energía para poder funcionar. El cerebro consume un 20 % del oxígeno que respiramos y la cuarta parte de las kilocalorías aportadas por una dieta normal. Esto implica que nuestra capacidad de autocontrolarnos se va desgastando cada vez que utilizamos el freno de mano y a medida que estamos más fatigados. ¿Os acordáis de la prórroga de la final del mundial 2006 y del cabezazo de Zidane a Materazzi? ¿Hubiera reaccionado igual Zidane ante Materrazzi si le hubiera insultado en el minuto 1? Creo que no, porque:
    1. A más utilizamos el freno de mano, mayor degaste y mayor probabilidad de que más adelante me haga falta y ya no funcione. Cada vez que frenamos una tentación nos cuesta más de frenar la siguiente. Esto es así y está estudiado.
    2. Además, a más cansados estamos, menos fuerzas tenemos para ponerlo en marcha.

En definitiva, el “freno de mano” puede no funcionar bien ante la fatiga física, ante la fatiga mental o ante una elevada activación. Es por esto por lo que los jugadores que juegan muy activados, que se ponen como una moto en seguida, son mucho más proclives a sufrir estas “desconexiones”.

Consejo: Para evitar que se desconecte el freno de mano, hemos de activar la corteza prefrontal, la parte racional de nuestro cerebro, para ello, oblígate a pensar. Por ejemplo, haz una suma 83+71. En ese momento tu cerebro racional se conectará y recuperará el control de lo que sucede. No es ninguna tontería. Pruébalo.

Juan Miguel Bernat
@juanbernatcoach