Cómo influye la alimentación saludable en el desarrollo de ejercicio físico o rendimiento deportivo
Si tu relación con el deporte va más allá del mínimo estipulado para estar activo y saludable, si lo tuyo tiene que ver con un rendimiento deportivo basado en objetivos reales, has de saber que una buena alimentación es imprescindible para conseguirlo.
Aportar la energía necesaria a nuestro organismo es la base para que el ejercicio físico que realizamos tenga los efectos que deseamos, pues al contrario no rendiríamos correctamente y no conseguiríamos nuestros objetivos. Los alimentos nos dan la energía que necesitamos para rendir durante el ejercicio, además de que es imprescindible beber adecuadamente para evitar la deshidratación y el cansancio, pues al transpirar perdemos líquidos. Por ello, a continuación vamos a analizar cómo influye realmente una alimentación saludable en el buen desarrollo del ejercicio físico o el rendimiento deportivo.
Los alimentos que se han de consumir antes del entrenamiento han de ser ricos en hidratos de carbono a la vez que bajos en grasas y proteínas. ¿Y por qué? Pues porque así evitarás retardar el vaciamiento gástrico (lo cual es ideal para disponer de la energía necesaria y que no aparezca signos de hambre durante la práctica), desviar el flujo sanguíneo de los músculos, además de que previenes el malestar estomacal. Por otra parte, no comer los alimentos correctos antes del entrenamiento conllevará dificultades para acabar la rutina, además de realizarla con los resultados previstos.
Por tanto, es imprescindible realizar una pequeña comida previa (unas dos o cuatro horas antes) para así aumentar los niveles de glucógeno del hígado y de los músculos (que es lo que realmente nos aporta la energía necesaria), pero asegúrate de que primen los carbohidratos sobre las proteínas para que la recuperación sea satisfactoria. Tampoco deben contener mucha fibra o grasa con el fin de evitar el malestar durante el entrenamiento.
En cuanto a los líquidos, hay que consumir unos 200-400 ml de agua (o cualquier bebida isotónica que no tenga una concentración de hidratos de carbono mayor al 7-8 %) antes de realizar la práctica, además de seguir bebiendo entre 100-150 ml cada 15 minutos durante la primera hora de actividad física. Una vez que hemos terminado hay que reponer las reservas de carbohidratos consumidas, por lo que deberás tomar alimentos ricos en estos nutrientes durante las primeras seis horas tras la práctica (un plátano maduro es perfecto para conseguir reponer esas reservas).
Por ello, como puedes comprobar, el glucógeno que aportan los carbohidratos es el pilar esencial para tener un buen rendimiento deportivo, pero eso no quiere decir que no necesitemos otros nutrientes como: proteínas vegetales (verduras, cereales y frutos secos), grasas (de las llamadas buenas, aunque no pueden sobrepasar el 30 % de la energía diaria), vitaminas B, C y D, minerales como el hierro, una buena hidratación, etc. Y es que una alimentación deficiente puede causar el fracaso de un deportista, pues la carencia de minerales y vitaminas provoca un rendimiento insuficiente, la deshidratación no permite que el rendimiento sea óptimo y las intoxicaciones, alergias o infecciones respiratorias provocan fracasos a niveles de competición.
Sin embargo, en cuanto a deportes de resistencia, es imprescindible esa recuperación de las reservas de glucógeno a las que antes nos referíamos.
Por tanto, es comprensible que para tener un rendimiento deportivo óptimo, amén de cualquier pequeña actividad deportiva que nos propongamos practicar correctamente, es imprescindible tener una alimentación saludable. Y si lo que quieres es que alimentación y deporte vayan de la mano y se ayuden mutuamente, no dudes en recurrir a los mejores entrenadores personales que tenemos en Zaask.
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