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Artículo. Características que debe cumplir una meta bien definida

Ahora que llega el año nuevo, no dejes de establecer nuevas metas y objetivos. Os dejamos un nuevo artículo de Juan Bernat.

CARACTERÍSTICAS QUE DEBE CUMPLIR UNA META BIEN DEFINIDA

La definición de metas y objetivos es una de las herramientas clave de que disponemos para aumentar la motivación intrínseca de la persona. Una meta bien definida es una fuente de energía sin igual. Una meta bien definida nos mueve por dentro, nos enciende, nos empuja a trabajar, nos dice a qué hora debemos levantarnos y a qué hora debemos acostarnos, nos levanta cuando caemos. Su poder es enorme. Se dice que no hay personas perezosas, sino personas con metas que no les despiertan inspiración.

Pero para que la meta tenga este poder sobre nosotros debe cumplir una serie de criterios:

  1. No impuesta, es decir, debemos definirla nosotros. Nosotros somos los que sabemos lo que nos mueve por dentro, el entrenador no lo sabe, el presidente no lo sabe. Así que, si quieres que un jugador se ponga una meta que actúa de factor energético sobre él, deja que se la fije él mismo.
  2. La meta debe estar expresada en positivo. Si queremos que ejerza de factor atractor, no debe ni puede estar expresada en negativo. De la negatividad huimos por naturaleza. Parece obvio pero os puedo enumerar cientos de metas negativas: no llegar tarde a ningún entrenamiento (en lugar de llegar puntual a todos los entrenamientos), fallar menos del 20 % de los tiros libres (en lugar de convertir un 80 % o más de los tiros libres), no perder la pelota (en lugar de mantener la posesión), no nos relajamos (en lugar de mantenemos la concentración y tensión)
  3. La meta debe cumplir el acrónimo SMART:
    1. eSpecífica quiere decir que está claramente determinada, es decir, en un equipo de futbol no vale decir quedar lo más arriba posible. ¡Qué significa eso? Quedar entre los 5 primeros y llegar como mínimo a cuartos de final en Copa del Rey, eso sí es específico.
    2. Medible: Quiere decir que es fácilmente objetivable y demostrable su cumplimiento o no cumplimiento. Es decir, un 3º sabe perfectamente si se ha conseguido o no. Para un jugador no sería medible la meta de hacer todo lo que esté en mi mano por meter un gol. ¿cómo sabe un 3º que has hecho todo lo posible? Una medible sería disparar 7 veces este partido.
    3. Alcanzable: muy importante. Ya hemos comentado que la meta es una herramienta impresionante para motivar a una persona o equipo, pero OJO, porque también puede tener el efecto contrario. Si nos ponemos una meta muy ilusionante pero demasiado alta e inalcanzable, a medida que nos alejemos de ella nuestra motivación irá cayendo en picado y, seguramente ni siquiera conseguiremos el objetivo inmediatamente inferior al que perseguíamos. Por eso es tan importante que la meta sea alcanzable y vaya progresando poco a poco conforme consolidamos objetivos. Los jugadores estarán mucho más enchufados, su motivación siempre irá hacia arriba y encima se reforzará su autoestima porque todo lo que sea cumplir objetivos les hará sentir que están haciendo un buen trabajo. Es el clásico partido a partido! Es muy importante definir bien la meta para que sea de verdad lo que nos impulsa a correr más rápido y no una pesada losa que arrastrar. La meta puede ser nuestra gran fuente de energía para correr más rápido que los demás o nuestro gran peso que nos haga correr más despacio si a mitad de camino vemos que no es viable.
    4. Retadora: Por supuesto la meta tiene que ser alcanzable, aunque eso no quiere decir que sea fácil, tiene que suponernos un reto importante, pero eso sí, hemos de estar convencidos de que con esfuerzo la vamos a lograr, de que si ponemos todo nuestro empeño, es viable su consecución.
    5. con plazo Temporal claro: quiere decir que ponemos una fecha clara en la que tenemos que lograr la meta. El objetivo no puede ser “hacer las cosas bien los próximos años para ir a Europa, para ascender, para….” El objetivo debe tener una fecha concreta, de lo contrario nunca lo alcanzaremos, encontraremos excusas para posponerlo.

Así pues y resumiendo, para que una meta cumpla su función y despierte la motivación intrínseca debe ser: no impuesta, positiva, específica, medible, alcanzable, retadora y con plazo temporal.

Juan Miguel Bernat
@juanbernatcoach

El efecto de las orientaciones de meta de logro en el fútbol formación.

INTRODUCCIÓN

El entrenador, a través del comportamiento manifestado en la enseñanza de su método y las relaciones sociales que establece con sus deportistas, ejerce una gran influencia sobre éstos, haciendo especial hincapié en aspectos como las emociones y la motivación, así como, sobre los aprendizajes y el rendimiento deportivo. Su visión de cómo alcanzar las metas deportivas repercute directamente en sus jugadores (Guzmán, 2002). Las teorías cognitivo–sociales de las conductas de logro proponen la existencia de dos orientaciones principales: (Balaguer, Castillo, 1996):

  • Orientación a la tarea, donde la percepción de adquirir grandes habilidades y éxitos subjetivos, están ligados a las experiencias de aprendizaje, proceso de ejecución y dominio de la tarea.
  • Orientación al ego, donde los sentimientos de realización personal están referidos a las normas externas. Se considera que se alcanza éxito cuando hay un ganador y un perdedor, demostrando el primero una mayor habilidad.

Nuestro trabajo gira en torno a estas dos orientaciones, sin darnos cuenta o quizás si, nos postulamos en una orientación u otra, o tenemos más tendencia a utilizar una más que otra. ¿Nos preocupamos en transmitir una orientación correcta en nuestra metodología de entrenamiento?

Para tener un mejor conocimiento sobre las diferentes orientaciones vamos a describir sus principales características:

Orientación a la tarea:

  • Programación de tareas diversas y desafiantes.
  • Dirección poco autoritaria, que permite una mayor iniciativa a los deportistas para tomar decisiones. 3
  • Reconocimiento de los méritos realizado de forma privada y fundamentado en la propia evolución del deportista.
  • Agrupamiento de los deportistas en la práctica deportiva facilitando el aprendizaje cooperativo.
  • Valoración basada en el grado de maestría en las tareas y en el progreso individual.
  • Asignación de los tiempos de práctica relacionadas a las capacidades personales.

 Por otro lado un clima motivacional orientado al ego se relaciona:

Homogeneidad en las tareas.

  • Estilo de dirección autoritario, restringiendo a los deportistas la toma de decisiones.
  • Reconocimiento de los deportistas en público y fundamentado en la comparación social.
  • Agrupación de los jugadores teniendo en cuenta su habilidad.
  • Evaluación en función del hecho de ganar o perder o basada en la comparación.
  • Distribución del tiempo de práctica igual para todos los deportistas, independientemente de sus diferencias en relación a sus capacidades personales.

MÉTODO

Para llevar a cabo la investigación participaron 120 futbolistas de categoría infantil de la provincia de málaga, concretamente jugadores nacidos en el año 2000. Los 120 jugadores estaban distribuidos en seis equipos de veinte jugadores cada uno.

MATERIAL

Para valorar el nivel de motivación de los jugadores en la práctica del fútbol se utilizó el cuestionario de Escala de Motivación Deportiva (EMD) de Balaguer, Castillo y Duda (2007). Para el desarrollo de las tareas de entrenamientos se utilizaron balones, petos y conos. Por último, para el análisis de la calidad de dato se trabajo con el paquete estadístico SPSS para Windows versión 17.0.

PROCEDIMIENTO

Una vez informados los padres y entrenadores del objetivo de la investigación comenzamos a pasar a los diferentes equipos los cuestionarios (EMD) para conocer el nivel de motivación antes de comenzar los entrenamientos. Recogidos dichos cuestionarios dividimos los seis equipos en dos grupos de tres, donde un grupo entrenaba con una metodología donde la orientación de los entrenadores era hacia la tarea y otro grupo de la orientación de los entrenadores era hacia el ego.

¿Cómo se plantearon los entrenamientos?

Durante el mes de entrenamiento, los seis equipos trabajaron los mismos contenidos (posesión de balón, finalizaciones y partido para poner en práctica lo aprendido). Es importante señalar que los equipos tuvieron tres entrenamientos semanales, los cuales, eran los mismos para los 6 equipos para no contaminar los resultados.

Foto 1

Una vez concluido el mesociclo de entrenamiento, donde hubo un control exhaustivo sobre las orientaciones metodológicas de cada entrenador por parte de los investigadores, se procedió a pasar de nuevo a los jugadores el cuestionario de Escala de Motivación Deportiva (EMD). Para medir la motivación deportiva de los jugadores antes y después del mesociclo de entrenamiento se ha utilizado el cuestionario de Escala de motivación deportiva (SMS, Pelletier et al., 1995; Balaguer, Castillo, & Duda, 2007). Los ítems siguen un formato de respuesta  de una escala graduada tipo Likert de 7 puntos (1. No tiene nada que ver conmigo, 2. No tiene nada que ver conmigo, 3. Tiene algo que ver conmigo, 4. Tiene algo que ver conmigo, 5. Tiene algo que ver conmigo, 6. Se ajusta totalmente a mi, 7. Se ajusta totalmente a mi). Fundamentalmente analizamos el interés del jugador por el deporte en cuestión (ej: ¿Por qué participas  en tu deporte? (Por la satisfacción que me produce realizar algo excitante) (Solía tener razones para practicar este deporte, pero actualmente me pregunto si debería continuar haciéndolo).

foto 2

En esta gráfica podemos observar como los jugadores que tuvieron una metodología orientada más al ego, muestran un descenso en la implicación motivacional en la realización del post – test.

Foto 3

Sin embargo, los jugadores que entrenaron bajo una metodología más orientada a la tarea, muestran un incremento en la implicación motivacional en el post – test.

Los resultados del estudio muestran que la orientación motivacional orientada a la tarea se relaciona de forma positiva la importancia otorgada por el entrenador a la “observación y anotación de las evoluciones de los jugadores en el aprendizaje de las habilidades”, así como a “considerar la competición como un medio y no como un fin en sí misma “.

Somos sabedores que la motivación es el movimiento de nuestros jugadores y hace que nos ofrezcan todo lo que tienen en cada entrenamiento o partido, pero, motivar no solo se reduce a tener un discurso emotivo o grandes reproducciones audiovisuales. Nuestra manera de enfocar los entrenamientos y de saber cómo quiero alcanzar los objetivos también repercute en el comportamiento de nuestros jugadores.

Autor: Daniel Medina