Saber comunicar, cualidad indispensable para el entrenador

Recibimos de nuevo una colaboración de nuestro amigo Ricardo Fernández (en Twitter: @richifv81) escritor habitual en su blog  www.futbolref.blogspot.com.es, podéis seguirlo en Twitter (@futbolrf) y en Facebook. Esta vez nos deleita con experiencias personales fruto de su formación y de sus 12 años entrenando, 9 de ellos en categoría juvenil.

SABER COMUNICAR, CUALIDAD INDISPENSABLE PARA EL ENTRENADOR

Los entrenadores, pasamos gran parte del tiempo, transmitiendo información a nuestros jugadores, pero muchas veces de forma fallida, es posible que hablemos, pero que no lleguemos a comunicar nada, he aquí uno de los grandes problemas del entrenador actual.

Lo primero que tenemos que tener presente, es que cada jugador es diferente, por lo tanto, la forma de hacer llegar la información a los jugadores, se adaptará a las características de cada uno de ellos, por ello habrá jugadores que  respondan mejor ante un planteamiento, tranquilo, persuasivo y de confianza y otros que reaccionen mejor ante instrucciones firmes y con tono de voz más elevado.

25 ASPECTOS IMPORTANTES A TENER EN CUENTA EN LA COMUNICACIÓN DENTRO DEL EQUIPO

Muchos de ellos, estoy seguro que los lleváis a la práctica, pero no está de más, hacer un pequeño recordatorio.

1. Muchos pensamos, que por el simple hecho de decir algo, el jugador ya sabe perfectamente lo que quiero de él. Mentira, cada jugador tiene una capacidad para recibir información, además, la distancia entre jugador y entrenador, hace que los jugadores no se atrevan  en muchas ocasiones a preguntar sus dudas, muy habitual en fútbol base. No atemorizar al jugador, acercarnos a él, fomentar que nos hagan preguntas, dedicarle más tiempo a aquellos que no lo entiendan perfectamente, entre otras cosas, es básico para asegurarnos que lo han entendido.

2. Solemos decir lo que hacen mal y eso es bueno, pero de nada vale, sino le damos soluciones a sus errores. Frases típicas como: “No te metas en fuera de juego”, “No falles esos pases”, “No te resbales”  “Ojo con el campo que está mal”, no tienen sentido si no damos soluciones, tira el desmarque horizontal hasta el pase de tu compañero, utiliza la parte interior del pie para pasar, utiliza aluminio porque el campo está blando o  no vayas muy fuerte porque tu pisada ha de ser firme,  echa el cuerpo encima, ataca el bote en el control o dar más profundidad y amplitud, son posibles soluciones a esos posibles problemas.

3. Tener al jugador de mero receptor de ideas y posterior ejecutor. Es un error, debemos fomentar la participación, que surjan dudas, que pregunten por lo que no saben, si somos capaces de resolver todas y cada una de las dudas de forma coherente, el respeto está garantizado, por ello nunca debemos inventar una respuesta que no sabemos, no pasa nada, puedes pedir opinión a tu plantilla o quedar en buscar una solución más clara para el siguiente entrenamiento. Todo con el objetivo de tener una comunicación más certera.

4. Debemos pensar que palabras tenemos que utilizar en cada contexto, ya que éstas afectan notablemente al apartado emocional del jugador y en su rendimiento,   por ello el discurso debe ser claro, sencillo y coherente ante todo, con términos que todos entiendan y acorde a la situación que se está planteando. Sobre todo si tus jugadores no son profesionales.

5. Instrucciones positivas, en vez de decir “mal pase” se puede decir directamente la solución para no realizar ese mal pase, “da unos metros para atrás y tendrás más tiempo y espacio para controlar y pasar”. El comentario negativo cala hondo, hay que saber utilizarlo, por lo tanto tendremos que tener cuidado.

6. El tono y la velocidad de la voz es clave, por ejemplo tú puedes hablar rápido y con un tono elevado, para mostrar entusiasmo o de forma lenta y tono suave para incidir en el aspecto emocional o puedes repetir frases para enfatizar algún aspecto concreto. Esto hay que tenerlo en cuenta.

7. El entrenador tiene que hablar directo al jugador, mirando a los ojos para asegurarse que están receptivos, este juego de miradas es importante.

8. ¿Cuándo hablar? No vale cualquier momento para llevar a cabo una comunicación efectiva, después de un trabajo físico no pretenderás que tus jugadores estén receptivos para asimilar información, después del cansancio físico y mental en el que se encuentran. Tras un partido es también un mal momento. Debemos buscar situaciones donde ellos se encuentren relajados y tranquilos.

9. ¿Dónde hablar? Cada sitio, tiene unas connotaciones, el vestuario es un sitio para la comunicación grupal, donde debemos conseguir que el jugador esté pendiente a lo que decimos, en el campo de entrenamiento, las aportaciones son más cortas y muchas veces en distancias lejanas, más informales y el despacho, implica mayor seriedad y formalidad, pudiendo estar el jugador a la defensiva. En función de lo que busquemos transmitir, habrá lugares más idóneos.

10. ¿Dónde situarnos? En este caso tenemos que tener en cuenta algunos puntos que estoy seguro que todos conocemos, tales como estar en una posición donde todos nos vean, el sol no puede dar de cara a nadie, pero muchos menos a los jugadores, si hay viento, siempre que el viento nos dé por la espalda, para que llegue el sonido al jugador de forma clara etc.

11. Conversar con el jugador de forma individual, puede ser provechoso, ya que pueden compartirse confidencias, preocupaciones, que a nivel grupal es difícil que salgan, esto nos ayudará a conocer más de nuestros jugadores y a entender posibles actitudes en el equipo. De camino al campo de entrenamiento, mientras se están cambiando, después del entrenamiento de camino al coche o cualquier otro momento informal, puede ser bueno.

12. Cada jugador es diferente, por lo que cada jugador recibe la información y la asimila de forma diferente, por eso tenemos que conocer al máximo a nuestro equipo, que le gusta, que no le gusta, sus estudios, su trabajo, a que aspira en la vida, sus preocupaciones más o menos íntimas, etc. cualquier cosa que nos ayude a tomar decisiones acertadas a la hora de interactuar con él y no “meter la pata”.

13. Escuchar a tus jugadores, es clave para que haya una buena comunicación, además como dije en el punto anterior, sería bueno saber información personal de ellos, por ello es una oportunidad que no podemos desperdiciar, debemos escuchar,  sin interrumpir, sin impacientarnos, sin que él vaya detrás de ti queriendo decirte algo. Qué el vea que le entiendes y le comprendes mejor que nadie.

14. El lenguaje corporal es parte de la comunicación con el jugador, muchas veces decimos una cosa pero nuestro cuerpo marca otra. Si entramos al descanso cuándo el equipo pierde y decimos que hay que levantar el partido con un tono lento y bajo, cara contrariada y mirada baja, quizás el mensaje no llegue. Cualquier comentario sin importancia, puede ser mal interpretado por un lenguaje no verbal inapropiado. Por otro lado, todos sabemos, que un simple gesto desde el banquillo, da mucha información al jugador.

15. Charla pre-partido. En la última sesión de la semana. Algo característico es dar información del rival, debemos ser objetivos, nunca pasarnos en elogios hacia el rival, interpretándose que sean invencibles y por lo tanto, crear miedos e inseguridades,  tenemos que convencer que si el equipo hace lo pactado las posibilidades de éxito son muy altas. Aquí tiene que quedar todo claro, fomentar que el jugador pregunte, para que no haya fisuras en lo que el entrenador pide. La duración no debe sobrepasar los 40 minutos, ya que a partir de aquí el grado de atención decae considerablemente. Por supuesto, perfectamente preparada, nada de improvisación, eso se nota y el mensaje no llega.

16. Charla de motivación justo antes de salir a calentar en competición, aquí cada jugador tendrá sus necesidades y su particular personalidad, y deberemos de dirigirnos a él, en función de dichas necesidades y personalidades. Mientras que a unos nos dirigiremos con euforia y convicción a otros es posible que el reclamo sea de calmarles y disminuir su excitación. Nunca debemos hablar de puntos débiles de nuestros jugadores, que generen dudas, todo lo contrario, es el momento de decirles la cantidad de cosas buenas que saben hacer. Poca duración y sin dar información novedosa, un simple recordatorio debe bastar.

17. Charla del descanso, habrá jugadores convencidos y otros que no tanto, quizás el tiempo lo tengamos que dedicar a esos matices de la gente más dubitativa o que ha entrado con la moral tocada, fruto de un mal resultado o errores personales, todo ello sumado a las ordenes grupales que habrá que pulir. Si el resultado es bueno, no es aconsejable decir que muy bien, ojo con esto, porque puede ser peligroso. Plantearles nuevos retos para el segundo tiempo, puede ser la solución a la conformidad de un buen primer tiempo.

18. Después del partido, leve felicitación, sin euforias excesivas y nada de críticas negativas si hemos caído derrotados, el vestuario post-partido no es el momento ni el lugar para analizar un partido perdido, puede ser una bomba nuclear. No es momento de grandes discursos.

19. Hablar demasiado puede dificultar la comunicación, debemos ir al grano sin adornos ni rodeos excesivos.

20. Evitar malos hábitos al hablar, manos en la boca, “coletillas”, mala vocalización, marcharse de un sitio mientras se está hablando, no mirar a los jugadores,  etc.

21. Si el discurso no es lógico y coherente, si digo una cosa y hago otra, piensa que la comunicación con tu equipo nunca será buena. Perderás mucho crédito, somos esclavos de nuestras palabras, si lo dices lo haces.

22. En un partido, donde queremos una respuesta urgente ante una determinada situación, las instrucciones, serán cortas, claras, precisas, con lenguaje sencillo y el tono de voz que corresponda.

23. En un entrenamiento, pueden organizarse debates donde todos participen, es una forma de aumentar el conocimiento y la implicación del grupo.

24. La comunicación visual es importante, la cual va, desde el tablón donde aparecen estadísticas del equipo, horarios de viajes, partidos y entrenamientos entre otras cosas, hasta videos que sirven para observar fallos del equipo o complementar la formación del jugador. Son elementos clave en la comunicación con nuestro equipo

25. Además está la comunicación entre jugadores que también es importante, debemos orientar a que esa comunicación sea eficaz, ya que muchos goles en el campo aparecen por esa falta de comunicación, ya que en ocasiones los jugadores si se hablan, pero el mensaje que llega no es el deseado, pudiendo significar un gol en contra.

LA COMUNICACIÓN ENTRENADOR-JUGADOR ES CLAVE PARA EL ÉXITO DEL EQUIPO, POR ELLO MEJORAR NUESTRAS HABILIDADES DE COMUNICACIÓN ES PARTE FUNDAMENTAL EN NUESTRA FORMACIÓN, PARA PODER LLEGAR DE ESTE MODO, TANTO AL JUGADOR COMO AL EQUIPO.

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